Imprescindible hacer la maleta para pasar dos días fuera de casa, echarla al maletero y asegurarse de recargar el depósito de gasolina hasta arriba, porque esta semana toca coger la carretera hasta la otra punta de España destino Sevilla. Este domingo, el Huesca juega en la capital andaluza en uno de los desplazamientos más lejanos de la temporada (casi 1.000 kilómetros), pero también más ilusionantes y que más espera la afición azulgrana desde el mismo momento del ascenso.
No todos los días se puede visitar el Sánchez-Pizjuán y a una de las mejores aficiones del panorama nacional. Antes de cada partido, los seguidores sevillistas regalan a las cámaras, al espectador y a la afición neutral o rival que esté en el estadio tres minutos para la posteridad cuando a capela cantan de manera conjunta el que quizás es el himno más famoso de España. Ya saben, ese que empieza por “cuentan las lenguas antiguas…”.
Esta obra de arte del fútbol español fue creada por El Arrebato en 2005 con motivo del centenario del club de Nervión, aunque luego unos investigadores descubrieron que la fecha era falsa, ya que el club había nacido el 25 de enero de 1890 y no el 14 de octubre de 1905. En una junta de hace tres años se aprobaron estos hechos y se estableció que fue en 1905 cuando se terminó el proceso registral. Actualmente y desde 2015 es el himno oficial del Sevilla junto al de Ángel Luis Osquiguilea de Roncales.
Nervión como epicentro
Si hay un barrio o una zona en Sevilla que respira los colores blanco y rojo del Sevilla FC ese es el barrio de Nervión. Entre las paradas de metro de Nervión y Gran Plaza se encuentra el Ramón Sánchez-Pizjuán, un estadio construido en 1958 y con una capacidad de 44.000 espectadores que ha sido testigo de numerosas hazañas del equipo andaluz, de remontadas milagrosas y de partidos históricos. Al lado del estadio, además, hay un centro comercial para hacer la espera del partido más amena con los típicos establecimientos tanto recreativos como gastronómicos.
El tour por el Pizjuán se puede realizar los días de jueves a domingo excepto aquellos en los que hay partido. En él se pueden ver todos los rincones secretos del fortín sevillista, desde el palco de honor o la sala de trofeos e historia hasta el vestuario local pasando por la sala de prensa, el túnel de vestuarios, los banquillos y el propio terreno de juego.
La Puerta de Jerez, centro de las celebraciones
Entre la Torre del Oro, la Giralda, el Alcázar y la espectacular plaza de España se encuentra la Puerta de Jerez o la plaza de Calvo Sotelo, como se conocía antiguamente, aunque popularmente siempre ha sido la Puerta de Jerez, ya que la muralla que había ahí estaba orientada dirección Jerez de la Frontera. Rodeada por edificios característicos y señoriales, la plaza tiene en el centro la llamada fuente de Híspalis, instalada en 1929 y formada por símbolos representativos de la ciudad.
Por estar en el centro de la ciudad, los aficionados sevillistas llevan acudiendo a la Puerta de Jerez cada vez que el Sevilla se corona campeón de alguna competición. Además, a ella también fueron para celebrar los éxitos de la Selección Española entre los años 2008 y 2012.
Gastronomía andaluza
Sevilla y Andalucía, como cada territorio nacional, es sinónimo de riqueza en muchos aspectos, entre ellos el de la cocina. Tapear a base de carnes y pescados, degustar menús con platos típicos y saborear cada ingrediente que uno se lleva a la boca es algo que no cuesta mucho trabajo encontrar. Sevilla está llena de terrazas, bares, restaurantes y tabernas en los que poder disfrutar del desayuno, comida y cena.
La taberna de los Coloniales, al lado de la Giralda, combina una decoración llena de colores vivos con las raciones económicas de carnes y pescados, tablas de queso e ibéricos, ensaladas variadas o el típico salmorejo andaluz. Un poco más apartado del centro, en la calle José Gestoso número 11, se encuentra el café bar Er Tito, recomendable por sus tostadas y su carne mechada.
Para la hora del vermú, el centro de la ciudad se llena de ambiente. La bodega de Los Soportales, en la plaza donde se encuentra la iglesia Divino Salvador, es uno de los sitios que más cariño recibe por parte de los sevillanos, ya que muchos acuden ahí para tomar un vino o una cerveza y combinarlo con tapas como los conocidos chicharrones de Cádiz.