Vuelve a coger la carretera la SD Huesca y con ella los aficionados azulgranas. En esta ocasión, la quinta salida de la temporada tiene como destino Valladolid y el nuevo José Zorrilla. Con un horario propicio para que el equipo esté bien acompañado sobre el césped por su incansable afición, desde SPORTARAGON.com se va a situar el estadio y las principales zonas de ocio de la ciudad vallisoletana, así como los lugares más representativos de la entidad franjivioleta.
Valladolid cuenta con 301.000 habitantes y muchos siglos de historia. Situado en la Vieja Castilla, la capital castellanoleonesa tiene como centro neurálgico la Plaza Mayor, una de las más antiguas de España (levantada en el siglo XIV) y que por su estilo, cerrada completamente, y decoración, soportales en lados y una estatua en el centro, ha sido de inspiración para la construcción de otras plazas en España, como la de Madrid o Salamanca.
En esta plaza es donde el Valladolid suele celebrar sus grandes éxitos futbolísticos, es decir, sus ascensos a Primera División fundamentalmente. Sin embargo, este año se movió al paseo del Campo Grande debido a que la Plaza Mayor estaba ocupada por el campeonato World Pádel Tour.
El José Zorrilla como escenario principal
Un año más, el José Zorrilla volverá a ver a la SD Huesca en un duelo vital por la permanencia ante un rival directo y recién ascendido. El estadio vallisoletano, situado en la avenida Mundial número 82, a las afueras de la ciudad, tiene una capacidad para 26.512 espectadores. Construido para el Mundial de España de 1982 con el objetivo de albergar encuentros de las selecciones de Francia, Checoslovaquia y Kuwait, el nuevo José Zorrilla relevó al que había sido el lugar de combate del Real Valladolid entre el 1940 y 1982: el viejo José Zorrilla.
El equipo de la ciudad del Pisuerga empezó a jugar en los campos de fútbol que gestionaba la Sociedad Taurina, al lado de la plaza de toros, para pasar después en 1940 al Estadio Municipal, que cambió su nombre en 1951 al de José Zorrilla (viejo José Zorrilla) después de que fuera popularmente conocido como “el estadio del paseo de Zorrilla”. Este estadio, demolido en 1984, dio paso al nuevo José Zorrilla, inaugurado el 20 de febrero de 1982 con triunfo ante el Athletic Club.
Desde entonces, la afición pucelana ha visto a su equipo estar en Primera División compitiendo con los mejores equipos de España la mayor parte del tiempo, aunque también ha tenido que sufrir en la categoría de plata, algo que compensó en el curso 1997/98, cuando disputó la Copa de la UEFA.
La Leyenda del Pisuerga
Con el ascenso en el bolsillo y antes de llegar al punto final de la celebración, los futbolistas del Real Valladolid se montaron en la Leyenda del Pisuerga para remontar el río desde el museo de la Ciencia hasta la playa de Las Moreras, donde se volvieron a subir al autobús. Durante todo el trayecto, los puentes y las zonas colindantes con el Pisuerga estaban abarrotadas de gente en una primera celebración.
Y es que por un precio de entre 6 y 10 euros, los aficionados azulgranas que viajen podrán navegar sobre el Pisuerga desde la playa de Las Moreras hasta el punto del puente de la Hispanidad con el arroyo de la Encomienda en un recorrido de 13 kilómetros entre la ida y la vuelta realizado en algo más de una hora. Si alguien desea animarse, este mes de octubre hace dos viajes los sábados y los domingos, uno a las 12.00 y otro a las 18.00.
Tapas y vinos del Duero
En las anteriores guías no se ha dedicado un espacio a la bebida, ya que se ha puesto el foco en la gastronomía. Sin embargo, comer en Valladolid suele ir acompañado de un buen vino, en el caso de los adultos. Junto a Burgos, Soria y Segovia, la capital castellanoleonesa tiene una amplia carta en lo referente al vino bautizado como Ribera del Duero, aunque también aparecen otras variedades como el Rueda, el Cigala y el Toro.
En la gastronomía, la página web especializada en turismo, Civitatis, recomienda 4 restaurantes dedicados a las tapas. Jero, en la calle Correos número 11, ofrece los pinchos más clásicos de la ciudad, mientras que Los Zagales, en la calle Pasión número 13, aporta su toque vanguardista que le ha hecho ser el local que más veces ha conquistado el concurso gastronómico ‘El pincho de oro’.
Si el aficionado prefiere todo lo relacionado con mariscos y con alimentos procedentes del mar, La Sepia, en la calle Jesús número 1, tiene en la sepia su especialidad combinándola con diferentes salsas que hacen del cliente la boca agua. Por último, la Mejillonera, en la calle Pasión número 5, prepara tanto bocadillos de calamares como raciones de mejillones entre otras muchas opciones.