Víctor Fernández ha vuelto a ser un rumor de redes en Zaragoza. La afición aragonesa siempre le tendrá en una estima especial y resulta sencillo recurrir a su figura como a la de un mesías. En La Romareda se le recuerda como uno de esos protagonistas que aparece, de un modo romántico, en los grandes relatos. Sus triunfos son memorables y sus fracasos, por mucho que se firmaran anteayer, se perdonan con cierta facilidad. Siempre fue mucho más que un técnico y se le estima como a un portavoz del zaragocismo. Ocupó ese lugar con naturalidad y el Zaragoza le buscó cuando peor estaba.
Capaz de salvar al club en 2019 y de morir en la orilla en el curso siguiente, Víctor abandonó el fútbol después de la pandemia como si nunca quisiera volver. Incapaz de ver los partidos en el curso siguiente, Lalo Arantegui le buscó a la desesperada, en la víspera de su destitución. Víctor pidió un informe exhaustivo de la situación económica del club y se le relacionó con la participación de Ander Herrera, Arturo Canales y César Sánchez en el accionariado. Se especuló con la construcción de una figura hecha a su medida: la de manager, más propia del fútbol inglés que del español. Pero esa propuesta, como todas las que llegaron antes de Jorge Mas, nunca cristalizó. Hay quien estima que era solo un mero rumor y que Víctor nunca tomó en serio la llamada de emergencia del club.
Víctor Fernández y un rumor de redes
El portal de twitter Mercado Zaragocista le puso forma a un murmullo que ya recorría las redes. En su nota Víctor Fernández posaba con su sonrisa más zaragocista. El portal anunciaba que el técnico había aceptado la oferta de Raúl Sanllehí y de la nueva propiedad. Ocuparía el lugar de secretario técnico, en un foco en el que tendría poder de decisión pero se alejaría del estrés cotidiano de los partidos.
La noticia ilusionó a la afición, que fue capaz de enlazar en una sola dos buenas noticias para el club: la salida de Cuartero y la vuelta de Víctor Fernández. Las consultas hechas por este medio desmienten cualquier acercamiento. El técnico del Barrio Óliver siente y sufre al Zaragoza, pero su vuelta no está cercana. Víctor entiende que el proyecto del club está ahora en otras manos. Desde su entorno desdicen la información con una sentencia: “No hay nada de cierto detrás de ese rumor”.
El regreso de Víctor Fernández sería una buena historia si volviera a ser cierta. Feliz en La Romareda, la grada se reconoce en sus mensajes, como si el técnico fuera capaz de reproducir una fracción de ellos mismos. Quizá porque siempre vuelve, su nombre viene y va a lo largo de los cursos, al nivel de una llamada recurrente, siempre de socorro. El rechazo se escribe de forma tajante, pero cuesta aceptar que el que una vez fue un héroe haya decidido dejar de serlo.
pues en Vigo nos dejó mucho humo y nada más. ánimo Zaragoza, volveréis