ZARAGOZA| Con la llegada de Víctor Fernández al banquillo zaragocista está claro que el equipo es otro. El técnico zaragozano le ha cambiado la cara a una plantilla que parecía estar sumida a coquetear con el descenso hasta final de temporada. Con la palpable mejoría general del equipo ha habido futbolistas que han dado un paso al frente, pero ninguno ha crecido tanto estas últimas tres semanas como Quentin Lecoeuche. Después de semanas defenestrado por Julio Velázquez; rindió bien frente al Espanyol, aprobó en Anduva y rozó el sobresaliente el pasado domingo en casa contra el Tenerife.
Inexorable en su duelo con Luismi Cruz, el francés cuajó uno de sus mejores partidos vestido con la camiseta del Real Zaragoza. Mostró pinceladas de su fútbol en ataque siendo incisivo y eficaz. Quizá, en labores ofensivas, no apareció tanto como en Miranda pero se pudo apreciar sobre el césped de La Romareda a un futbolista fiable en defensa y con una zurda poderosa en zona de tres cuartos. Mezcló de maravilla con Maikel Mesa -empezó en banda izquierda- y aprovechó el espacio que le dejaba en el flanco zurdo para proyectarse en ataque. Algo que Víctor Fernández demanda a sus laterales.
Hasta ahora, no habíamos podido ver el auténtico nivel que tenía el defensa francés. Por un lado por su falta de continuidad debido a las diversas lesiones que ha sufrido y por el otro a causa de la falta de confianza de Velázquez. Hecho algo extraño porque con la ausencia de Nieto, el equipo tan solo contaba con un lateral izquierdo puro. A pesar de ello, el extécnico zaragocista decidió empeñarse en jugar con un sistema de tres centrales y carrileros dónde Lecoeuche no encajaba. Germán Valera fue el encargado de ocupar esa demarcación, pero tampoco cuajó.
Un periplo de altibajos
Quentin Lecoeuche recaló en las filas zaragocistas en el mercado estival proveniente del Valenciennes de la Segunda División francesa. En el club galo disputó 31 partidos y repartió 4 asistencias siendo uno de los pilares fundamentales del equipo para conseguir la salvación. En el Real Zaragoza de Fran Escribá comenzó siendo suplente debido a una fascitis plantar que le hizo perderse gran parte de la pretemporada, pero sobre todo por el excelso nivel que venía demostrando Carlos Nieto. Tras la lesión del zaragozano, empieza a ser fijo en el once titular y encadena seis partidos jugando los 90 minutos. Después del cese de Escribá, el francés cae lesionado en el primer partido de Velázquez y una vez recuperado ya no cuenta para el entrenador salmantino.
Ahora, parece que todo esto ha cambiado y con Víctor Fernández se le ve un futbolista distinto. El tipo más fiable del momento -con permiso de Alejandro Francés- al que si se le da continuidad y confianza puede llegar a ser uno de los baluartes del Real Zaragoza la próxima campaña.