ZARAGOZA | El Real Zaragoza se aferra a la llegada de Gabi Fernández para creer en la salvación. En el contexto más complejo de su historia, su discurso fue un cambio de escena, un ejercicio de seguridad y de fe. Reforzado por sus años en la élite, Gabi siempre pareció un futbolista referencial, líder entre líderes. Si Zaragoza le cambió la trayectoria, ningún entrenador pudo ser tan influyente como el Cholo Simeone, al que homenajeó a su manera en su presentación. En algunas de sus frases nunca se supo donde empezaba la voz del uno y acababa la del otro.
Hijo futbolístico del Cholo, su carrera está llena de buenos entrenadores. Los sintió como un modelo y ellos le miraron siempre como una referencia. Quizá cuatro técnicos siguieron a Simeone en su aprendizaje: Gregorio Manzano, Javier Aguirre, Quique Sánchez Flores o Marcelino García Toral. Manzano le hizo debutar y le entrenó en dos etapas en el Atlético de Madrid. Javier Aguirre fue su técnico con dos camisetas diferentes (Real Zaragoza y Atlético). Y con Quique Sánchez Flores y Marcelino, Gabi empezó a volar.
Para entender su trayectoria y la cantidad de entrenadores que tuvo basta recordar que solo en el Real Zaragoza coincidió con Víctor Fernández, Ander Garitano, Javier Irureta, Manolo Villanova, Marcelino, José Aurelio Gay y Javier Aguirre. Casi siempre logró ser un capataz para el grupo, un espejo ideal para sus entrenadores. Ante ese recuerdo, hoy cabe una pregunta: ¿Quién puede ser Gabi en este equipo?
El Real Zaragoza busca un líder
En un curso que se truncó pronto, el grupo siempre ha buscado líderes, jugadores capaces de asomar en el momento de la verdad. Irregular en el centro del campo, en el punto en el que se cocinan los partidos, el Real Zaragoza no ha logrado ser constante ni dominar por completo las fases del juego. Gabi necesita una prolongación de sí mismo para este Zaragoza. Al margen de Kervin Arriaga, entre los candidatos hay cuatro opciones que buscan estar en ese lugar: Francho Serrano, Raúl Guti, Toni Moya y Keidi Bare. Todos, salvando unas enormes distancias, tienen puntos en común y notables diferencias con el futbolista que él fue alguna vez.
El liderazgo de Francho Serrano es simbólico, ejemplar y sentimental. Zaragozano y zaragocista, la grada le mira como uno de los suyos. Eligió el 14 por Xabi Alonso, pero el dorsal une además las historias de Gabi y Francho Serrano. Raúl Guti también llevó ese dorsal y comparte una cualidad que resumió a su entrenador. Llegador por naturaleza, su fútbol se entiende a través de su despliegue, pero se explica mejor en el balcón del área, con vistas a la portería rival.
Puentes rojiblancos
Con pasado colchonero, Toni Moya y Keidi Bare son las dos variables que restan. Moya siempre se expresó a través del pase, en las distancias cortas y en las largas, en una condición que Gabi aplicó todavía mejor a su juego. El nuevo técnico del Zaragoza tuvo todavía mayor sentido de la pelea, de la brega, que el que ha definido la carrera de Keidi Bare. Y supo ser además mucho más regular de lo que ninguno de los dos ha logrado ser esta temporada.
La suma de los cuatro jugadores podría acercarse a una versión de Gabi, habitual también en los mejores escenarios. Mediocampista total, no parece casualidad que muchos de los mejores entrenadores de los últimos tiempos hayan partido de esa posición, del lugar en el que se proyecta el mapa del partido. Y con la llegada del madrileño, cuatro medios pueden tener una vida mejor en la temporada.
Líder sobre el césped, Gabi busca en su plantilla al futbolista que un día fue para sus técnicos.