Desde su fundación allá por el 2002, numerosos jugadores de muy diversas nacionalidades han vestido la camiseta del Basket Zaragoza. Aprovechando el parón de la competición ante la situación generada por el coronavirus y el estado de alarma, queremos hacer un quinteto ideal de los jugadores europeos no españoles que han defendido la elástica rojilla. Empezamos:
Base: Sam Van Rossom
Pocas dudas ha habido en esta posición. El de Gante llegaba a Zaragoza en verano de 2010, con apenas 24 años. El equipo acababa de ascender a la Liga Endesa y se trataba de la primera experiencia del belga en la competición. Sin embargo, prácticamente no necesitó un periodo de adaptación. Se acopló muy bien al equipo, siendo un gran defensor, fiable en el triple y tiro libre e incombustible. En sus 3 temporadas a orillas del Ebro, no se perdió ningún partido. El 24 de octubre de 2010, anotaba la canasta que le daba al club una estratrosférica victoria en el Palau Blaugrana frente a un Barcelona que venía de ganar la Euroliga.
En su tercer año, explotó, con unos promedios de 9,2 puntos, 3,2 rebotes, 12,4 de valoración y unos porcentajes del 42% en triples y 56% en tiros de dos. El equipo acababa de llegar a semifinales en Liga Endesa. Todo ello supuso que Basket Zaragoza no le pudiera retener y Van Rossom firmaba en el verano de 2013 con Valencia Basket, donde todavía sigue.
Escolta: Jon Stefansson
Muchas dudas a la hora de decantarse por uno en esta posición. El otro candidato era Renaldas Seibutis. Números en mano, las estadísticas de Seibutis son mejores que las de Stefansson. El ‘vikingo’ islandés llegaba a Zaragoza en 2011 y permanecía, al igual que Van Rossom, tres temporadas, hasta 2014. Siempre mantuvo una gran regularidad. En sus tres campañas, promedió 7,8, 6,7 y 7,5 puntos, con unos porcentajes en triples del 30%, 35% y 40% respectivamente. Por encima de todo, destacaba por su conexión con la grada, implicación y defensa. Ponía todas sus virtudes al servicio del colectivo.
Seibutis también acaparaba esas características anteriores y tenía un plus de liderazgo en el equipo como demostró en el Play Off ante Baskonia. El lituano promedió 11,2 puntos, 2,3 rebotes, 2,3 asistencias, 48% en tiros de dos y 38% en triples la temporada pasada. ¿Por qué hemos elegido entonces a Stefansson por encima de Seibutis? Simplemente por haber estado más campañas. Los problemas de espalda de Seibutis le han impedido debutar esta temporada. Esperemos que pueda volver a vestir la camiseta de Basket Zaragoza en un futuro. ¡Fuerza ‘Reno’!
Alero: Damjan Rudez
¡Triple, triple, triple! Tal vez sea lo primero que te viene a la mente al pensar en Damjan Rudez. El croata estaba dos temporadas, de 2012 a 2014, siendo una pieza fundamental en el salto de calidad que experimentó el equipo. Tanto en la temporada 12/13 como en la 13/14 promedió 10,7 puntos en Liga Endesa, con unos porcentajes de tres del 43% y 44% respectivamente.
Damjan Rudez tenía una sonrisa perenne, una trato exquisito con aficionados y prensa. Pero es que, además, era muy bueno. Había minutos en los que entraba en ebullición y convertía de lejos todo lo que le llegaba. Como ejemplo, el segundo partido del Play Off ante Valencia en 2013 (que le permite al equipo forzar el tercero en el que pasó a semis) o los cuartos de final de la Copa del Rey de Málaga en 2014. También tuvo sus momentos ‘clutch’, como el triple ganador ante Cedevita en Zagreb en la Eurocup. Después de tres temporadas en la NBA (Indiana Pacers, Minnesota Timberwolves y Orlando Magic), volvió a Europa. Estuvo en Valencia y Murcia, pero pasó a actuar de ala pívot y no tuvo tanta fortuna como en Zaragoza.
Ala pívot: Nemanja Radovic
Nema, ay Nema, cuánto te vamos a echar de menos el día que no estés. Único jugador de este quinteto que forma parte del Casademont Zaragoza en activo. El montenegrino es pura energía y pasión sobre la pista. Pelea el rebote como nadie y tiene ese gen de competitividad con el que también definíamos a Seibutis y Stefansson.
Radovic llegaba en el verano de 2018 al equipo. Era el primero en firmar, antes de conocer al resto de la plantilla. La temporada pasada promedió 9,6 puntos, 4,9 rebotes y 9,5 de valoración. En esta, ha subido a 10,6 puntos, 4,9 rebotes y 10,6 de valoración. Nunca ha sido un especialista en el triple (7/50 la temporada pasada), tal vez por eso ningún Euroliga se haya fijado en él. Porque todo lo demás, lo tiene. Y de momento, lo seguiremos disfrutando en Zaragoza.
Otro candidato en esta posición era Stevan Jelovac. El serbio tenía una capacidad para anotar y valorar fuera de toda duda. Estuvo en Zaragoza 3 temporadas, de 2014 a 2017. Promedió 14,1, 13,8 y 14,3 puntos respectivamente. Del mismo modo, sus valoraciones medias fueron de 15,8, 14,6 y 13,3 créditos. No obstante, sus intangibles sobre la pista eran opuestos a los de Radovic. Muy individualista y con amplias desconexiones en defensa, nunca conectó con la grada como lo hizo el montenegrino. Además, se marchó por la puerta de atrás después de ocasionar al equipo la derrota en Manresa por su antideportiva por un gesto hacia la afición local. También se ha llegado a contemplar la figura de Milko Bjelica. Su llegada en el tramo final de la temporada 17/18 resultó indispensable para sellar la permanencia.
Pívot: Henk Norel
5 temporadas estuvo el holandés a orillas del Ebro, desde 2012 y 2017. Y sin duda, el infortunio ha sido la nota dominante en esta etapa, que al mismo tiempo ha dejado momentos memorables. Un tipo formidable como persona que estaba protagonizando la temporada de su vida en la campaña 12/13. Lideraba a un equipo de Play Off, con 13,3 puntos, 5,9 rebotes y 16 de valoración. Sin embargo, en uno de los últimos encuentros de liga regular, se hacía el silencio en el Príncipe Felipe con su lesión ante Manresa. Pese a que deportivamente estuvo bien suplido con Vladimir Golubovic, el daño moral para él y el equipo era terrible.
Pasaba más de ocho meses fuera de las pistas. Norel no volvió a ser el mismo en Zaragoza, pero siguió siendo un pilar fundamental para las salvaciones en 2016 y 2017. En verano de ese año estuvo esperando la oferta de renovación, algo que no contempló el entonces director técnico Salva Guardia, y terminó en Gipuzkoa Basket. Allí volvió a brillar con 13,9 puntos, 6,7 rebotes y 19,5 de valoración y fue incluido en el quinteto ideal de la liga. De nuevo, las lesiones le hicieron pasar una temporada en blanco en Breogán de Lugo al curso siguiente. Ojalá pueda volver a una cancha.