Alivio. Es el sentimiento que sentía anoche Casademont Zaragoza tras la sufrida victoria ante Hapoel Gilboa (90-91). El técnico Jaume Ponsarnau lo resumía diciendo que espera que sirva para quitarse el “peso” de la “mochila” que llevaban encima. Y es que han puesto fin a una racha de cinco derrotas consecutivas, cuatro en Liga Endesa y la de Europe Cup en Saratov.
El catalán pone en valor que han sido capaces de “encontrar la forma de competir“. En el lado bueno de la balanza, también se encuentra “el punto de inflexión gracias a dos o tres buenas defensas“. Todo ello, pese a la expulsión de Tryggvi Hlinason, autor de cinco tapones. Se ha acordado también de dedicar el triunfo al ilustre José Luis Abós, en el séptimo aniversario de su fallecimiento.
Así lo ve Dino Radoncic
“Ha sido un partido muy duro, en una cancha muy difícil. Hemos empezado un poco lentos pero luego fuimos remando hasta ganar el partido con confianza y corazón. Es muy importante porque somos un equipo nuevo. Esta victoria nos dará confianza para los siguientes partidos”, ha valorado el balcánico Dino Radoncic.