Rafa Mir acaba de ser presentado como jugador del Huesca. Llega cedido por el Wolverhampton para los próximos 18 meses y con opción de compra voluntaria que podrá ejercer el club altoaragonés. El espigado delantero centro -191 centímetros- regresa con ganas. Ha tomado la palabra y ha utilizado la primera persona del plural. Siente al equipo como suyo.
El jugador era una de las perlas del mercado invernal. Varios clubes de Primera y Segunda han querido hacerse con los servicios de un más que prometedor jugador de 22 años. El Huesca, siempre ha estado allí. Rubén Gómez, director deportivo de la entidad azulgrana, reconoció que ya quiso hacerse con su ficha en el verano. “Es un jugador que ataca bien los espacios, que puede hacer mejor a sus compañeros, tiene experiencia y mucho recorrido”, recalcó Rubén Gómez.
El jugador llegó a Huesca el mismo miércoles. Vio a sus compañeros contra el Tenerife y entrenó. Reconoció que el club altoaragonés “era la mejor opción” de las que tenía para progresar. La decisión fue consensuada con su familia, un pilar en el que se refugio en Inglaterra donde no terminó de romper. “Las cosas no fueron como yo quería. Han sido meses muy duros superados gracias a la familia”, dijo.
De lo que ha visto del Huesca le gusta. Sabe que es una plantilla con mucha calidad. Conoce a algunos de los futbolistas y pronto habló con Míchel -“un técnico muy exigente y eso es importante”, dijo- para conocer de primera mano lo que quiere de él. Si debuta en la próxima jornada lo hará contra el Oviedo, el último equipo al que firmó un gol en la liga española.