El atacante oscense ingresó en el terreno de juego sustituyendo a Juan Esnáider en el minuto 78, debutando esta temporada con el primer equipo de la SD Huesca.
Ramón aplaude al público del Alcoraz tras acabar el partido | Foto: sporthuesca.comLuis García Tevenet hizo realidad el deseo de muchos aficionados oscenses, ver jugar a Ramón Murillo con la SD Huesca esta temporada. Y es que, tras la buena impresión que causó el canterano en la recta final de la pasada campaña y que le valió para tener ficha con el primer equipo altoaragonés, el público ha deseado jornada tras jornada ver al joven atacante oscense defendiendo sobre el césped al equipo de su ciudad.
Ramón Murillo (Huesca, 21 de marzo de 1995) saltó a calentar al césped del Alcoraz en la segunda mitad. En el córner del Fondo Sur coincidía con Josan Ferrández, Saihou Gassama y Álex Bernal que junto a Rayco Mederos estaban realizando ejercicios de preparación. Bernal y Gassama también acabarían disputando minutos frente al Getafe B.
Cuando faltaba un cuarto de hora para finalizar el encuentro, el míster llamó a Murillo para que ingresara en el campo. El jugador se desprendió de la ropa de suplente y se puso la primera equipación azulgrana, con el dorsal 16 a la espalda, para entrar a jugar. Juan Esnáider fue el encargado de darle el relevo a Ramón, que ocupó la posición dejada por el madrileño en la punta de ataque. Como referencia ofensiva, Murillo no cesó de presionar la salida de balón getafense, luchar por los balones aéreos y ofrecerse a sus compañeros para facilitar la salida de balón. No obtuvo el premio del gol, ni siquiera tuvo muchas ocasiones para hacerlo, pero el canterano se llevó una cálida ovación del público al entrar al campo, al saltar a calentar a la banda y al retirarse a las duchas.