En la semana de presentaciones, este miércoles ha sido el turno para Ramón Vilà en el Casademont Zaragoza. El jugador de Castellar del Vallès, de 23 años y 2,03 metros cumple un “sueño” que tenía desde pequeño como es ganarse un sitio en la Liga Endesa. Por tanto, viene a aportar su “energía, dureza, dar el 100% y aprovechar al máximo” los minutos que decida darle el técnico Jaume Ponsarnau.
Alternando el 4 y 5
Vilà es un jugador capaz de jugar tanto en la posición de ‘4’ como al ‘5’ en el juego interior, donde parte como quinto jugador. De hecho, afirma no tener ninguna preferencia entre ambas y se centra en dar “minutos de calidad”. Debido a sus características, cree que el juego del equipo puede ser más “dinámico” cuando se encuentre en pista, al ser un “pívot móvil”, con capacidad de “correr” y que entra con fuerza al “rebote, a la hora de bloquear o en defensa”.
También ha tenido palabras de elogio para sus compañeros, a quienes ha definido como “grandes personas” y han generado una “muy buena química” dentro del vestuario. “Estoy muy ilusionado para ver qué podemos hacer juntos y me lo paso en grande entre nosotros. Nos ‘pegamos’ en los entrenamientos y fuera de ella somos tan amigos”, explica.
En cuanto al estilo de juego, espera que “divertido, sencillo, con descaro” y con capacidad de “correr”. “Nos comunicamos mucho en defensa“, expone como línea a seguir.
El Levitec Huesca y la épica salvación en diferido
Preguntado por SPORTARAGON, Vilà también ha tenido palabras hacia su anterior club, el Levitec Huesca. Se muestra “muy agradecido” al club que le dio “confianza y galones” en LEB Oro; a la par que revela que muy pocos equipos de la categoría tuvieron un interés real en sus servicios tras su regreso de la Universidad en Estados Unidos. El equipo peñista acertó de lleno, y Vilà se fue hasta los 13,4 puntos y 6,5 rebotes de media en la primera fase; que crecieron hasta los 15 puntos y 6,3 rebotes en la segunda fase.
Y más allá de sus números individuales, lo que realmente le dio “muchísima felicidad” fue la permanencia del Levitec Huesca en LEB Oro. Una permanencia muy sufrida, que tuvieron que seguir desde la distancia, ya que dependían de un partido aplazado en el que el Real Murcia debía ganarle a Ourense. “Le ganamos los dos partidos a Ourense, pero con eso no nos salvábamos. Estaba en Sabadell viendo el Ourense-Murcia con mis amigos, cuando Kapelan metió ese triple, me levanté y me fui corriendo por la calle gritando. Le debo mucho al Peñas. Sentí muchísima felicidad por salvarnos así, in extremis”, rememora.