En condiciones normales, entiéndase por eso que René Román hubiera pasado el reconocimiento médico y no se hubiera rescindido a Gaizka Campos por sus tweets del pasado, ni Ratón ni Rebollo formarían parte del Real Zaragoza. Pero de no serlo nada pueden acabar siéndolo todo, y es que la baja de Cristian Álvarez abre una vacante en la parcela más tranquila del club desde hace seis años, la portería. Considerando el incendio permanente en el que vive el Real Zaragoza y la lista sinfín de inestables porteros desde el descenso a Segunda División, es en estas situaciones (en plural porque las lesiones de Cristian han sido algo recurrente) cuando la figura del argentino adquiere un valor mayor si cabe.
No dudó Fran Escribá en la rueda de prensa de su presentación en ratificar a Ratón como segundo portero. Claro, lo hizo antes de que debutara en Cáceres cometiendo un penalti que, a la postre, significaría la derrota y autoexpulsándose con el encuentro terminado. ¿Dudará ahora el técnico valenciano? Motivos tiene, desde luego. Y en la película de dos que parecía ser la meta zaragocista ahora hay un tercer invitado: Dani Rebollo.
El club en verano apostó fuerte por el canterano del Real Betis. Dejó salir a Miguel Ángel Sanz y Juan Carlos Azón, dos de los más grandes activos de la Ciudad Deportiva, para abrirle la puerta a él. Su rendimiento, por el momento, no está defraudando y el cerrojo del Deportivo Aragón lleva su nombre. La figura del nuevo guardián blanquillo configura una pieza con la que Ratón no ha contado en ningún año desde que subió a la primera plantilla y la tranquilidad con la que ha vivido siempre a la sombra de Cristian Álvarez, en el curso 22/23 podría traducirse en nerviosismo.
Dilema: un portero acomodado o la promesa del filial
Ratón ha sido sancionado con un partido, lo que implica que estará en la final del sábado en La Romareda. La incógnita de si lo hará con los guantes puestos o sentado en el banquillo se mantendrá hasta una hora antes del comienzo del partido, pero Escribá tiene la ocasión de apostar firmemente por savia nueva en la meta blanquilla. Más aún después de cómo se desacreditó el gallego ante el Diocesano, la actividad de uno y otro en el presente curso y el gran trabajo, reconocido así internamente, en la sombra de Rebollo.