Raúl Criado ha firmado en menos de dos horas el ascenso y descenso del Midi d’Ossau. Este pico, con sus casi 3.000 metros de altitud, es uno de los más emblemáticos del Pirineo occidental. Su altiva pirámide lo hace especialmente goloso. Su ubicación es referencia en el horizonte. Destaca en ambas vertientes de la cordillera. En un año sin carreras notables, Raúl Criado decidió emprender la aventura. Fue el pasado martes. A las cuatro de la mañana tocó diana, un par de horas a la carrera y luego una reconfortante siesta. Después es cuando más saboreó lo conseguido, así como la certeza de que quiere meter en sus piernas y cabeza un récord llamativo: ser el más rápido en el Monte Perdido. El actual es de Aritz Egea, que marcó 4h24m31s en hacer Torla-Monte Perdido-Torla.
Mientras llega ese intento por ser el más rápido en el mascarón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido toca degustar el conseguido en el Midi. Las comparaciones son horribles, pero a veces sirven para hacerse una referencia de lo hecho. Raúl Criado firmó menos de dos horas –1h53m13s, 1h12m en subir y 41m en bajar para ser más concretos-; lo que en una excursión suele durar unas 6h30m e incluso hay quien vivaquea.
Raúl Criado se fue a buscar la cima del Midi muy pronto –desayunó un par de frutas y una infusión– para evitar montañeros y contó con el apoyo de tres amigos para crear material gráfico. Eligió la vía normal, desde Portalet, en solitario y con una sonrisa. Él es así. Entiende el trail como un deporte que le aporta felicidad y su currículo es extenso y de calidad. Un ejemplo, durante un tiempo marcó el récord mundial de descenso en Kilómetro Vertical. Fue sobre su querido Collarada, al lado de su casa, en Canfranc.
Así explicaba la iniciativa sobre el Midi. “La verdad es que no fue algo premeditado. Siempre lo he tenido en la mente. Al ser una montaña tan bonita, tan imponente y emblemática en ambas vertientes se lo propuse a mi entrenador Carlos Castellar porque la idea es asaltar este verano el récord del Perdido”, señala Criado.
De hecho, el récord del Perdido lo iba a abordar este fin de semana, pero su pico de forma no era el más adecuado por lo que decidió posponerlo y utilizar el Midi, para el que no había referencias de tiempo a la carrera, como complemento de sus entrenamientos.
Solo había subido una vez el Midi, con amigos y sin cuerdas -hay tres chimeneas por las que no está de más usarlas- que obligan a ir “con cuidado”, explica Raúl Criado. “Vi que se podía hacer rápido y de forma divertida. Quería probar porque además me gusta ir por sitios técnicos”, añade. Salió desde la parte francesa del Portalet y desde allí por el refugio de Pombie al collado de Souzon y a la base de la pared, para pasar las chimeneas. Recorrió un terreno roto donde hubo que echar las manos para ir a la cima. “El tiempo no está mal, pero se puede bajar”, señala. De hecho, no descarta rebajar su marca, porque ya tiene la referencia y sabe que hay sitios donde puede apretar.