ZARAGOZA | El Real Zaragoza cerró el regreso más simbólico en el último día de mercado. Después de anunciar la incorporación de Zedadka, a solo unos minutos del cierre, el club lo hizo oficial en su web y redes sociales.
La canción que acompañó el anuncio fue una melodía que se ha hecho célebre estas semanas: Solamente tú, de Pablo Alborán. Cordero la recomendó en el pasado y la canción ha servido para nutrir el presente, para darle sentido al regreso del canterano. La patente del vídeo, por cierto, hay que adjudicársela de nuevo al portal Avispa Almogávar, que no solo lo hizo antes, sino que lo hizo mejor, con más gracia que el Real Zaragoza.
Raúl Guti vuelve a La Romareda, con la intención de culminar un sueño que dejó una vez a medias. Si el fútbol de este club se entendió mejor a través de su cantera, Cordero ha logrado el retorno de uno de los máximos exponentes de La Ciudad Deportiva en las últimas temporadas. La negociación se culminó con la mediación de Sergio Bermejo, que parte hacia el Martínez Valero en busca de la evolución que no ha tenido en La Romareda.
La operación supone un acuerdo aparentemente feliz para todas las partes. El Real Zaragoza consigue a un jugador que siempre pareció suyo, incluso cuando no lo fue. Guti regresa al lugar en el que fue feliz y el Elche consigue sacar partido de una ecuación en la que siempre pareció perjudicado. Al menos, logra la incorporación de un jugador que puede ser clave en lo que resta de temporada.
Si Guti era infeliz en el conjunto ilicitano, Bermejo parecía también una causa perdida en La Romareda. La marcha del madrileño tiene un sentido estratégico: permite el regreso de un mediocampista total, hecho a la medida del Municipal y de su hinchada. Cordero escoge así la opción más popular del mercado, a un futbolista con ADN zaragocista.
El baile de nombres se detuvo a unos minutos de cerrar la ventana. Y la línea de ataque se quedó sin refuerzos, mientras el balance del mercado parece corto, con muchas lagunas para la plantilla. Alguien quiso mirar a Guti como un consuelo y no como la guinda del proyecto. No llegó Bebé y Cordero no encontró una respuesta final, quizá la mejor de todas las sorpresas.
Guti dejó una premonición en su vídeo de despedida. Dijo entonces que “estaba convencido de que nuestros caminos se volverían a cruzar”. El tiempo ha ofrecido una bonita réplica y Raúl Guti, que nunca llegó a irse del todo, vuelve al Zaragoza.
El canterano vuelve solo, sin acompañantes para el ataque, en una declaración de zaragocismo que parece ya un estribillo. Y vuelve por una razón sencilla: porque solamente él hizo todo por volver.