ZARAGOZA| Marcado en rojo por la más que preocupante situación que atraviesa conjunto aragonés, el Real Zaragoza y el Córdoba disputaron un partido especial para muchos. En la primera de las once finales que restan por tacharse en el calendario, Gabi volvió a sentir el calor de los aficionados zaragocistas en el que fue el más esperado de los regresos. A pesar de ser el más ansiado por todos, no fue el único, pues Raúl Guti volvió a sentirse futbolista ante su gente, ante aquellos que nunca le dejaron solo.
La particular historia del ’10’ todavía tenía un capítulo sin acabar. Ese que comenzó a escribirse en febrero de 2024 y del que ahora se redactan sus últimas líneas. Ante el Córdoba, Raúl dio signos de aquel potente centrocampista que un día fue. Solidario en las ayudas, acertado en los duelos y exuberante a campo abierto, el zaragozano realizó un encuentro muy completo en el que fue de menos a más. Apoyado por Francho Serrano y Toni Moya, aportó equilibrio a la medular y sirvió de nexo entre la zaga y el ataque del Real Zaragoza.
Elogiado por muchos, Raúl Guti volvió a dar una lección de superación. El canterano volvió a representar muchos de los valores del zaragocismo e hizo acopio de aquello que más le caracteriza: la capacidad de repetir esfuerzos, de sudar hasta la última gota. En la rueda de prensa posterior al encuentro, Gabi quiso dedicarle unas palabras: “Guti ha estado espectacular. Ha asumido la responsabilidad y ha intentado ayudar en el último pase. Desde que he llegado ha sido un líder en el vestuario. Es uno de los jugadores con más talento del equipo”.