Raúl Sanllehí habló largo y tendido ayer, en los desayunos de Heraldo de Aragón en el Restaurante Aura. En un acto moderado por José Miguel Tafalla y Antón Castro, el director general analizó el momento que vive el club. Pareció, de nuevo, un buen comunicador, con discurso y sentido del humor. La primera frase sirvió como ejemplo de lo último: “Perdonad, pero hoy tengo la voz un poco más ronca de lo habitual”.
No siempre fue original, pero Sanllehí encontró respuestas ingeniosas para casi todo. Dijo de sí mismo que es una “mezcla”, un híbrido que combina “el mundo de las finanzas y el deporte: estudié la gestión general de empresa y el fútbol lo llevo dentro”. Repitió uno de sus hits favoritos: “Yo elegí al Zaragoza pero el Zaragoza también me eligió a mí”.
Sanllehí comprende la frustración de la afición, pero en su lectura de los tiempos siempre hay un lugar para el optimismo: “Yo aún no he descartado nada para este año”. Aunque insistió en una de sus pautas más recientes: “este es un momento de transición”. En cuanto a las cifras que se manejan para el mercado invernal, el director general repitió otro de sus estribillos: “No sé de cuánto vamos a disponer. Si hubiera un número concreto, me lo guardaría. Pero es una cifra que se mueve, que fluctúa, nunca es fija”.
Fran Escribá y la marcha de Carcedo
En el repaso de Raúl Sanllehí hubo un seguimiento cronológico del curso. Defendió la apuesta inicial por Carcedo y la confirmación de Miguel Torrecilla. Quiso corregir más tarde su error en noviembre y darle un giro completo al proyecto. El alegato a favor de Carcedo tuvo que ver con su implicación y profesionalidad: “No puedo asociar la palabra decepción a Juan Carlos Carcedo”. Aún así, Sanllehí reconoció también que en sus últimos partidos le vio sobrepasado por todas las tensiones. En beneficio de Miguel Torrecilla no hubo grandes novedades: su afinidad personal y el conocimiento del contexto y la categoría.
El turno de la charla se acercó pronto a Fran Escribá. Según Sanllehí, con él “se alinearon todos los astros”. Para el director general era “exactamente el entrenador que buscábamos y el que contratamos”. El acuerdo fue rápido, quizá porque a Sanllehí le convenció desde el primer paso: “tardamos muy poco tiempo en descubrir que Escribá era el entrenador que necesitábamos”.
La dirección deportiva
Quizá uno de los temas centrales de su comparecencia fue la elección en la dirección deportiva. Sanllehí anunció antes de la charla que el club “no iba a pagar la clausula de rescisión de ningún director deportivo”. En la mesa del Real Zaragoza hay muchas propuestas y elecciones como la de Juan Carlos Cordero solo parecen viables si hay un acuerdo más amistoso entre las partes.
El director general dio algunas de las claves del casting: “En pocos días se inundó la mesa de propuestas. Una treintena de ofertas, de gente que tiró el sombrero al ruedo. Les solicité un diagnóstico y una terapia para el paciente. Su percepción de qué era lo que le pasaba al Zaragoza. Todas fueron bastante coincidentes”.
El círculo de Sanllehí se ha reducido: “Con esa información, hemos ido acotando las posibilidades al máximo. No hay nombre todavía decidido, pero estamos muy cerca”. Contrario a las opiniones más generales, Sanllehí defendió el trabajo en equipo como una de las bases de su trabajo. Lo hizo, de nuevo, con un punto de ironía: “Yo solo no decido nada, ni siquiera en mi casa. Siempre he creído de manera ferviente en el trabajo en equipo. Para que os hagáis una idea, mi película favorita es Los siete magníficos de John Sturges”.
Jorge Mas y el proyecto deportivo
A Raúl Sanllehí le preguntaron también por las claves de un proyecto deportivo distinto a todos los anteriores, marcado por una presidencia telemática. Según el director general no hay tanta distancia geográfica y presencial: “En la actualidad, las comunicaciones hacen el mundo más pequeño. Jorge Mas me manda mensajes durante todos los partidos y hablamos mucho cuando acaban. Nuestra relación es estrechísima. Puede estar en cualquier lugar del mundo, pero siempre pendiente del Zaragoza. Me ha sorprendido que la comunicación sea tan cercana y tan constante. No me pregunta cómo va el equipo, me dice cómo va el Zaragoza”.
Sanllehí quedó seducido no solo por la historia del club sino por los detalles del proyecto: “Es un plan deportivo lleno de ambición, pero no marcado por la impaciencia. No me fijé solo en la dimensión del Zaragoza, sino en el proyecto. Me gustaron mucho los compañeros de viaje, es un grupo muy diverso, pero también muy unido en cuanto a la visión. Queremos subir para mantenernos: subir para bajar sería para mí el mayor de los fracasos. Tenemos que construir unas bases muy sólidas: un círculo virtuoso”.
Sanllehí anunció también que el presidente del Real Zaragoza estará aquí en las próximas fechas: “Jorge Mas vendrá pronto. Iremos juntos a la reunión de La Liga en Doha, estará presente en la Junta de accionistas y se quedará para el partido ante la SD Huesca”.
La Romareda y el descubrimiento de Zaragoza
En la conversación, la construcción de La Romareda fue otro de los temas centrales. La nueva propiedad sabe que una de las bases de su crecimiento pasa por tener un estadio de este siglo: “El grupo inversor no se ha escondido en ningún momento, no descarta ningún grado de implicación, desde el máximo al mínimo. Nos gustaría que los pasos se fueran cumpliendo. Es un bien común”.
El estadio tiene una mitología propia, es un lugar en el que el fútbol siempre tuvo música: “Entrar en La Romareda fue para mí una mezcla de ilusión y de responsabilidad. Yo cuando venía aquí antes lo hacía para sufrir. La Romareda tiene que ser una ventaja competitiva”.
Sanllehí dijo estar enamorado de la ciudad y de sus secretos: “Todo es positivo. La ciudad, la gente, la gastronomía, la ubicación. Saquemos al cierzo de la ecuación. No sé cómo no pude conocer Zaragoza antes.”
Promesas y leyendas
Los primeros pasos del proyecto se entienden mejor a través de la cantera, con renovaciones estratégicas en los meses de verano, por mucho que hayan perdido peso de manera circunstancial en el invierno. Sanllehí defendió ese argumento: “la cantera no puede ser solo una solución económica, es también identitaria”.
En el cierre de la conversación, Sanllehí ubicó el pasado del club como otro de los grandes patrimonios. Preguntado por el lugar de las leyendas en el nuevo Zaragoza, Sanllehí habló de un escenario nuevo: “Cuando hablo de la dimensión del Real Zaragoza no solo hablo de la afición o de sus títulos, sino también de sus leyendas. Tenemos en marcha un proyecto que servirá para darles un lugar y cariño”.
Sanllehí dejó para el final su mejor broma. Sus años en el Arsenal le relacionan de un modo simpático a Zaragoza. El equipo aragonés consiguió su título más célebre en París, curiosamente ante el club londinense. El director general reveló algunas de las conversaciones que ha tenido con sus ex compañeros de directiva: “¿Te tenías que ir al Zaragoza, precisamente allí?”
Allí, precisamente allí… ironías del destino… por el nombre… porque nada tiene que ver aquella entidad con esto…