El Huesca cierra la temporada con una derrota ante el Oviedo de Anquela. Los de Rubi han perdido una gran oportunidad para acabar líderes ya que el Rayo cayó en el campo del Nàstic.
Se acabó. La SD Huesca acaba de cerrar su etapa en la Segunda División. Se abre el plazo a una de esas revoluciones que tanto gustan. La plantilla se va y se intensifica el trabajo en la sentina del club para dar forma al proyecto más ilusionante de su historia. Casi nos hemos cansado de loar la gesta del ascenso, afeada los últimos días por el presunto amaño del Huesca-Nàstic. El bloque de Rubi, los que más minutos han acumulado y los que han sido argamasa, ha jugado el último partido de la temporada ante un equipo que busca de forma afanosa desde hace varias temporadas conseguir lo firmado por el bloque altoaragonés en esta.
Rubi ha insistido esta semana en que el objetivo era el título. Era un deseo deportivo, de orgullo y de 500.000 euros como premio. Delante, un Oviedo con Anquela en el banquillo apurando sus últimas opciones para entrar en ‘playoff’, por lo que ‘jugó’ en varios campos. El Huesca desplegó un once con algunos cambios notables. Bajo palos Santamaría por el sancionado Remiro, Luso por Pulido, ‘Chimy’ se quedó fuera de la convocatoria por una infección bucal y entró Ferreiro, y Sastre por la lesión de Melero.
La tarde fue un hervidero en muchos campos por los puestos para acceder a la fase de ascenso y por los puestos del precipicio. (Casi) la búsqueda del liderato del Huesca entraba en un segundo plano. Pero el gusto por atraparlo lo hacía más atractivo. Los marcadores se empezaron a mover en algunos campos, mientras en el Tartiere tan solo era el equipo asturiano quien avisó con un cabezazo de Linares que se quedó en nada, al que respondió pronto Aguilera.
La mejor noticia para el Huesca transcurridos los primeros 15 minutos llegó vía Tarragona con el gol del Nàstic al Rayo que le dejó, en ese momento, con sus propias armas para conseguir la Liga. Los asturianos acumularon ocasiones de gol ante un Santamaría que se creció. Eso sí, no pudo cazar una volea de Johanesson que sirvió para adelantarse en el marcador. Le cogieron la espalda a Brezancic y la clavó tras el pase de Rocha.
Y pese al segundo gol del Nàstic, el partido se pudo poner más feo para el Huesca con el penalti cometido por Brezancic. Un segundo error a su espalda, enfado de Rubi y Linares que falló dos veces; la mandó rasa al centro y en el rechace la envió al larguero. El problema del Huesca radicó en que no se apropió de la bola. Y cuando no tiene el cuero, no manda, sufre, y se pierde.
El segundo acto se abrió con la necesidad de que el Huesca agitara su juego. Especialmente para que metiera hormigón a sus bandas con el fin de crear juego y contener el del Oviedo. Era necesario dar un giro radical al juego para cercar a los asturianos y buscar dos goles para validar el título de Liga. Pero no. Entró al prado con ganas de irse. Se embrolló en cosas que no son de juego y allí siempre pierde por la sencilla razón de que a eso no sabe jugar.
Rubi metió en el campo a Kilian por Aguilera y el Oviedo finiquitó el partido con un gol de Linares que le sirvió para resarcirse del penalti que falló en el primer acto de un partido con aire de castañazo. Hubo un agujero por el centro de la defensa y el zaragozano no falló. Los últimos minutos sirvieron para alimentar la incertidumbre con un tanto de Jair que tuvo todo a favor para cercar a los asturianos tras un centro de Ferreiro. Pero nada más. El Huesca se despide de la Segunda y se adentra en una nueva temporada cautivadora ya desde Lugo.
FICHA TÉCNICA
Real Oviedo: Herrero; Johanesson, Cotugno, Forlín, Christian, Mossa; Folch, Rocha, Fabbrini (Varela, 75′); Linares (Toché, 73′), Aarón (Hidi, 90′).
SD Huesca: Santamaría; Alexander (Camacho, 80′), Luso, Jair, Brezancic; Sastre (Javito, 89′), Aguilera (Kilian, 71′), Moi Gómez; Gallar, ‘Cucho’, Ferreiro.
Goles: 1-0, min. 27, Johanesson | 2-0, min. 71, Linares | 2-1 min. 81, Jair.
Árbitro: Pizarro Gómez. Amarillas a Brezancic (32’), Rocha (52’), Aguilera (55’), Sastre (58’), Alexander (69′), Luso (73′), Santamaría (73′), Herrero (87′) y Moi Gómez (89′).
Incidencias: Estadio Carlos Tartiere con la presencia de 10.418 aficionados en las gradas.