El Real Zaragoza encontró el sol que solo dan los triunfos. Enfrente, estaba una pequeña maldición, un visitante incómodo, vencedor habitual en La Romareda. Para cambiar esa cadencia, el equipo blanquillo tuvo que recurrir a la fe de Simeone, que rompió todas las maldiciones con un gol de otra categoría. Le siguieron Vada y Puche en el marcador y el Zaragoza logró la victoria que necesitaba.
Escribá se mantiene fiel a su sistema y le añadió al partido algunos intérpretes distintos. Francés regresó al once y Escribá le dio a Vada el sitio de Sergio Bermejo. Las dos novedades más importantes tuvieron un lugar en el triunfo.
El inicio, pese a la voluntad de cambio escrita por su técnico, no fue bueno. Dani Raba asustó en la primera posesión del Leganés en el partido y la puesta en escena fue solo madrileña. Se escondió Jaume Grau y Zapater se acostumbró a perseguir sombras.
En el inicio, el Leganés le puso buena letra a su juego, combinación en campo contrario. Rubén Pardo guió el fútbol, en busca de Arnáiz, Juan Muñoz y Dani Raba. Encadenaron pases, en la salida del juego y en la frontal del área, hasta hacer sufrir a un equipo al que le sigue costando un mundo recuperar, mucho más sin Francho en el partido. El Zaragoza quiso correr pero tropezó muchas veces en el camino. Mientras Bebé disparaba desde cualquier lugar, Simeone afilaba sus cuchillos. Y así fue como cambió todo.
Giuliano Simeone lidera al Real Zaragoza
Giuliano Simeone agitó el partido y una de sus carreras mejoró al Zaragoza, con ese juego inconformista que siempre tuvo. Medir su fútbol solo con goles puede parecer injusto, básicamente porque ofrece mil cosas más que una nota en los registros. Es ante las porterías dónde mas ha dudado y la suerte de los delanteros siempre se decidirá en las áreas. A cambio de ese defecto, propone un intangible: es capaz de modificar las sensaciones. Giuliano Simeone puede cambiar los vientos.
En esta ocasión, hasta el gol estuvo de su lado. Simeone tenía una cuenta pendiente con la suerte. El argentino quiso copiar la jugada del Anxo Carro y encontró el tanto que no entró entonces. Fue un calco más feliz. Encadenó rechaces, con la fe del que siempre lo intenta, con los recursos que solo da la calle y el potrero. Escapó por todas las gateras, hasta dejar a cinco rivales en el camino. Después del vértigo, resolvió suave ante Asier Riesgo (1-0).
Segunda parte cómoda
Si Simeone había sido capaz de alegrar la primera mitad con su jugada, en la segunda también lo decidió todo. Partió desde la banda y mostró que su carrera es toda una estampida. Veloz y testarudo, no solo busca el gol a todas horas, sino que se ha convertido además en un maestro en las carambolas. En la primera tentativa de la segunda mitad, no decidió bien el pase hacia Vada. En la segunda, ganó todos los rebotes hasta forzar el penalti del Leganés. Lo resolvió en el rechace Vada, después de fallar desde los once metros (2-0).
El Zaragoza respiró entonces y Puche logró la sentencia, al rematar desde el suelo un centro de Nieto (3-0). El alivio se trasladó a la grada, que pudo disfrutar de su segundo triunfo plácido en el curso. Cristian Álvarez evitó que el Leganés le pusiera interés a los últimos minutos. Lo intentó, pero se quedó en ese lugar, bien anulado por una defensa que fue, por fin, una barrera. Allí, en ese espacio del plan, la cantera volvió a tener un protagonismo esencial. El regreso de Francés hizo sonreír al Municipal. El canterano completó un partido redondo y cuidó su sintonía con Lluís López en el centro de la zaga. En los costados, Carlos Nieto y Marcos Luna probaron que son, de largo, las mejores soluciones en esa zona del campo.
El triunfo no se entendió sin el protagonismo de Simeone en el partido. El argentino le venció a su sequía ante el mismo equipo al que le marcó por última vez, casi tres meses después de su tanto en Butarque. Ante el Leganés mostró su velocidad y su intención: fue guerrero, constante y artista. Veloz y feliz, celebró su tanto como la mejor de todas las liberaciones y ese momento fue el principio de todas las cosas que sucedieron en el encuentro.
Ganó el Zaragoza (3-0) y Simeone fue el sol de La Romareda.
Ficha técnica:
3 – R. Zaragoza: Cristian Alvarez; Luna, Francés, Lluís López, Nieto; Vada (Bermejo, m.68), Zapater, Jaume Grau (Alarcón, m.68), Bebé (Larrazábal, m.84); Puche (Pau Sans, m.78) y Giuliano Simeone (Eugeni, m.84).
0 – Leganés: Riesgo; Nyom, Omeruo, Sergio González; Cissé, Rubén Pardo (Gaku, m.74), Undabarrena (Narváez, m.65), Miramón; Raba (Fede Vico, m.74), Juan Muñoz (Karrikaburu, m.65) y Arnáiz (Qasmi, m.84).
Goles: 1-0. M.35. Giuliano Simeone; 2-0. M.58. Vada; 3-0. M.66. Puche