ZARAGOZA | Las intervenciones de Jorge Mas en la última semana han marcado la pauta para la segunda vuelta. Ninguna de sus frases será tan recordada como la primera de todas: “Querríamos haber ascendido ayer”. A esa declaración le debe seguir una apuesta ambiciosa en el mercado y una mejora sensible sobre el césped. Con las notas de la primera vuelta ya cerradas, el Zaragoza debe encontrar una regularidad que le diferencie del resto y del equipo que ha sido hasta ahora.
Las apuestas para el mercado parecen decididas. El Real Zaragoza piensa en mejorar cuatro posiciones estratégicas. Una por línea: un portero, un defensor, un mediocampista y un delantero. Esa es la lectura más simple del panorama, pero admite muchas peculiaridades.
La portería y el lateral, opciones prioritarias para el Real Zaragoza
La portería merece un capítulo aparte y una reformulación en la ventana invernal. Poussin y Rebollo han hecho todavía más grande el hueco que deja Cristian Álvarez. El rosarino es mucho más que un portero, quizá el mejor guardián de todos los sueños. Siempre insustituible, sus relevos han temblado y han perdido puntos de manera directa. Con el misterio de su vuelta todavía abierto, Cordero prepara posibilidades para su testigo.
Diego Mariño parece el mejor situado en el inicio de esta carrera. Juan Carlos Cordero estuvo presente en el duelo entre Almería y Barbastro y pudo observar en directo una de sus posibilidades. El portero gallego responde al molde que el Zaragoza necesita. Ofrece experiencia, rendimiento inmediato y un conocimiento exacto de la categoría. Largo y con reflejos, acumula 376 partidos en el fútbol profesional.
El lateral izquierdo, dañado por las lesiones de Nieto y Lecoeuche, parece otro de los objetivos prioritarios. Pep Chavarría es la gran aspiración, pero su regreso no parece sencillo. El lateral está acumulando más minutos de juego en las últimas jornadas en el Rayo Vallecano y está más cerca del protagonismo que siempre ha buscado. Quizá delatado por Sanllehí, tampoco quedó bien parado en su marcha. El director general escribió su versión del relato y el lateral de Olot se despidió con la temporada iniciada, cuando había sido el mejor jugador en el inicio de la competición.
Las opciones de mercados anteriores siguen siendo muy complejas. Entre ellas aparecen, más como un deseo que como una realidad Dani Tasende o Cristian Gutiérrez. Javi Jiménez llegó a sonar durante el verano, pero parece una opción más modesta, un complemento en lugar de una pieza diferencial.
Posibilidades para la media
El siguiente refuerzo que planea el Zaragoza está en el centro del campo. El equipo necesita músculo, un futbolista capaz de repetir esfuerzos y de crecer a través de la disputa. Nuke Mfulu, futbolista de Las Palmas, responde a esa descripción. Abarca terreno, mejoraría al equipo en los duelos y en un aspecto fundamental en la categoría: el plano físico.
Raúl Guti es otro de los nombres que se repetirán en estas fechas. No disfruta del apoyo total de la grada en el Martínez Valero y está incómodo en Elche, muy lejos del sitio en el que de verdad es feliz: su ciudad. Su incorporación cerraría en invierno un deseo que se repite durante los veranos.
Refuerzos de ataque
El frente de ataque también necesita soluciones. Las lesiones de Sinan Bakis e Iván Azón, de difícil pronóstico, han debilitado por completo a la plantilla. Víctor Mollejo está respondiendo como delantero de circunstancias, pero de un verdadero aspirante se espera un goleador de garantías. Quizá se busque un futbolista que pueda ocupar todas las posiciones del ataque, móvil, con un perfil distinto a los anteriores.
Tiago Bebé es el más deseado, el mayor objetivo de Cordero. El director deportivo recuerda que el portugués cambió el panorama del curso pasado y siente su fichaje como una cuestión personal. Volvería a ser el cierre de la ecuación, el punto y final de las jugadas. Bebé está siendo más importante este año de lo que era en el curso pasado en el Rayo Vallecano. Y cuesta pensar que su regreso pueda ser sencillo. Quizá algunos detalles puedan jugar a favor de esa posibilidad: la buena sintonía entre Martín Presa y el futbolista, la mediación de Gil Marín en una nueva operación o las sensaciones que tuvo el portugués en Zaragoza.
La delantera admite también otras posibilidades, todavía remotas. Entre ellas están Jon Karrikaburu o Pablo Torre, pero a estas alturas del mercado todavía no hay nada firme, nada que no se vista con el aspecto de un rumor. Una cita de Raúl Sanllehí proporciona un punto de esperanza: “Tenemos margen salarial para el mercado de enero”. Y en ese margen se incluye también una larga lista de deseos.