Los maños, incómodos y sin ideas en ataque, apenas inquietaban al rival. El partido se volvió trabado, con interrupciones por segundo que frenaban cualquier intento de fluidez. Pasados el ecuador de la primera parte, el colegiado marcó un listón exageradamente alto, señalando faltas por cualquier contacto y cortando el ritmo del juego. Tuvo dos Aketxe a balón parado, uno al larguero y el otro obligó al guardameta a sacar la manopla. El chute animó al equipo, subieron la marcha. Pero dejaron cada vez más espacios en la zaga y contraatacó todavía más el Burgos. Tablas en el marcador, todos a los vestuarios.
Segunda parte del Real Zaragoza (0-0) Burgos CF
Tras una horrorosa primera parte a los ojos del espectador, los jugadores volvieron al terreno de juego sin cambios en ninguno de los dos equipos. La dinámica siguió intacta: un ritmo lento y aburrido, con el Burgos refugiado en su área, esperando un contraataque que, una y otra vez, encontró espacios. Los visitantes, sin hacer demasiado, comenzaron a creer en la victoria ante la absoluta incapacidad del Real Zaragoza para generar peligro.
La dupla de delanteros no funcionó. No encajó con las bandas y no logró enlazar jugadas. El único aspecto rescatable era la defensa, con los laterales intentando subir para ofrecer alguna alternativa ofensiva. Pero la falta de ideas y profundidad del equipo desesperó a una Romareda llena, que esperó mucho más en un día tan importante para el club. Y, como ya es costumbre, el Real Zaragoza siempre aparece en los libros de como no manejar un partido. Siempre hay uno que pone el partido patas arriba. Esta vez le tocó a Dani Gómez, que estalló la bomba con una entrada tan grave como estúpida por detrás. El recién incorporado cedido del Valencia vio la roja directa sin que el VAR interviniera para revisar la jugada. Con el árbitro a su aire, pitó lo que le dio la gana y sacó las tarjetas que le dio la gana.
MAR cambió el planteamiento y dio entrada a Liso, Keidi y Bazdar para reorganizar al equipo tras la expulsión. A falta de quince minutos para el final, los visitantes comenzaron a animarse. Buscaban centros con mayor frecuencia y empezaban a encontrar espacios para generar peligro. Mientras tanto, la dupla ofensiva del Real Zaragoza entendió que debía seguir el ejemplo rival y apostar por el juego rápido. Si el Burgos quería protagonizar, ellos estaban dispuestos a ser los villanos. Liso y Bazdar se lanzaron arriba, buscando cualquier opción de contragolpe que pudiera darles una oportunidad de gol.
Arriaga volvió a comandar el medio campo. Mientras tanto, no lo duden, el árbitro seguía señalando lo que le apetecía. Pero los maños sufrieron. Para sorpresa de nadie, el Burgos encontró el gol en el 84′. Tras un córner en corto, Íñigo Córdoba recibió al borde del área y, sin oposición, soltó un zapatazo imparable que se coló por la escuadra derecha de Femenías. Un golpe definitivo para un Zaragoza que, una vez más, pagó caro el error de sus jugadores y por supuesto, del entrenador, que en ningún momento ocasionó peligro.
Ficha técnica
Real Zaragoza: Joan Femenías; Iván Calero, Lluís López (C), Bernardo Vital, Tasende; Ager Aketxe (Adrián Liso, 59′), Arriaga, Francho Serrano, Adu Ares (Keidi Bare, 59′); Alberto Marí (Bazdar, 59′), Dani Gómez.
Burgos CF: Ander Cantero; Arroyo, Querejeta (C), Grego Sierra, Florian Miguel (Iñigo Córdoba, 68′); Quintanilla (Expósito, 59′), Miguel Atienza; Álex Sancris, Curro (Borja Sánchez, 82′), Ojeda (Elady Zorrilla, 59′); Eduardo Espiau.
Goles: Íñigo Córdoba (84′)
Árbitro: Jose Antonio Sánchez Villalobos; Francho Serrano (Amarilla, 17′), Álex Sancris (Amarilla, 41′), Kervin Arriaga (Amarilla, 51′), Elady Zorrilla (Amarilla, 61′), Aitor Córdoba (Amarilla, 68′), Pau Sans (Amarilla, 87′); Dani Gómez (Roja directa, 55′)