ZARAGOZA |El Real Zaragoza se mide al Levante en el Ciudad de Valencia -hoy, 21.00- y lo hace en busca de una salvación que debe escribirse ante los candidatos. Pocos tienen tanto poder en su plantilla como el Levante de Javi Calleja, que mantiene algunos renglones del curso pasado y su condición de equipo dominador en Segunda. El Zaragoza llega al encuentro con una inercia algo ficticia: no ha perdido ninguno de sus últimos cinco partidos, pero sigue sin encontrar un fútbol fiable, aferrado al gatillo de Bebé y el entusiasmo de Simeone, esperanzado también por el regreso de Iván Azón.
Para cualquier zaragocista resulta doloroso acercarse al Ciudad de Levante. El estadio, situado en el barrio de Orriols, está en plena Ronda Norte y llama la atención desde la distancia. En los últimos años, ha cambiado su hormigón de siempre por una estructura moderna, actual. Ante el calor húmedo de Valencia, uno se pregunta por qué el estadio del segundo equipo de esa ciudad es tan superior al mejor de Zaragoza. También el Levante tiene más recursos en la categoría y las diferencias, injustas a primera vista, se despejan con una verdad que siempre acompaña a este juego: la suerte se escribe desde el césped. Y, en el lugar exacto en el que el Zaragoza lleva diez años fracasando, el Levante vive una época mucho más feliz.
Las virtudes del Levante ante el Zaragoza
Basta observar el arsenal de Calleja para descubrir que el fútbol no entiende de nostalgia. En el frente de ataque del Levante, juega uno de los futbolistas más desequilibrantes de la categoría. Y no siempre es titular. Jorge de Frutos desborda, busca la línea de fondo y piensa en el gol. Le sigue un amplio abanico de talento. Campaña afina el último pase, Pepelu se despliega, Joni Montiel amenaza desde la distancia, Ander Cantero y Musonda aparecen desde el perfil y Bouldini resuelve ante el gol. Por si fuera poco, Roberto Soldado afila su remate en busca de los últimos tantos que le quedan en las piernas.
Fran Escribá no desprecia los empates. Entiende que el fútbol de su grupo está lleno de limitaciones y que la receta de los mínimos puede servir para salvar la categoría. Ante un escenario difícil como el que se plantea en el Ciudad de Valencia, el técnico piensa en reforzar su media. Los elogios en la previa del partido sirven para trazar algunas pistas. Escribá valora el liderazgo ejemplar de Alberto Zapater y considera que a Tomás Alarcón no se le mira con buenos ojos. Todo indica que los dos acompañarán a Francho Serrano, que ya es imprescindible para todos.
El Zaragoza de Escribá ante un candidato
Bermejo repetirá en la zona del 10 y del madrileño se espera que por fin rompa un plato en un día señalado. Las dudas sirven para muchos, pero en este grupo no se asocian a Giuliano Simeone. El argentino convence con su fútbol de potrero, con una intención que no descansa. Valorado por la grada y por el cuerpo técnico, Simeone tiene un gen que se manifiesta en las grandes ocasiones. Si el Zaragoza no ha sido capaz de vencer a ninguno de los poderosos, cree en la carrera del argentino para cambiar la suerte.
Por primera vez en mucho tiempo, Escribá contará con armas interesantes desde el banquillo. El técnico querrá hacer largo el partido y esperar el latigazo de Bebé, la aparición de Iván Azón o la ilusión que siempre provoca Pau Sans. Mientras el calendario se complica y se acerca la cumbre de la competición, el Zaragoza deberá igualar las fuerzas. Solo así podrá romper los pronósticos y las leyes de un fútbol que hacen superior al segundo equipo de la tercera ciudad de España respecto al primero de la cuarta.
El Zaragoza juega ante un sólido aspirante a Primera y piensa que el camino de la salvación se puede marcar también desde la cumbre.
Posibles alineaciones:
Levante UD: Cárdenas; Pubill, Rober Pier, Álex Muñoz, Saracchi; Iborra, Pepelu; De Frutos, Joni Montiel, Cantero; Bouldini.
Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Fran Gámez, Lluís López, Jair Amador, Carlos Nieto; Francho Serrano, Alberto Zapater, Tomás Alarcón, Sergio Bermejo; Miguel Puche y Giuliano Simeone.