El fulgurante arranque de temporada del Real Zaragoza no se puede concebir sin los nuevos fichajes. Los goles de Luis Suárez, la calidad de Kagawa y la solidez defensiva de Vigaray y Atienza han colocado al equipo maño en lo alto de la clasificación. El Real Zaragoza es, con siete goles, el segundo equipo más goleador y, con un solo tanto encajado, el equipo menos goleado de la competición. Unos números que ensalzan la labor realizada durante el mercado veraniego, en el que reforzar, tanto la delantera como la defensa, han sido los principales objetivos de la dirección deportiva.
La defensa más solida en los últimos 38 años
Tal y como indicaba el periodista Luis Fando en su cuenta de Twitter, los datos defensivos del Real Zaragoza son históricos. Es la primera vez en 38 años que el conjunto maño consigue encajar un único gol en las cuatro primeras jornadas de liga. La última vez se consiguió en la temporada 1981/82. Entonces el Real Zaragoza se enfrentó a Valencia, Espanyol, Osasuna y Athletic. Aquella temporada el equipo dirigido por Leo Beenhakker fue el 11º clasificado en un cuádruple empate debido a una mala racha al final del campeonato que le privó de poder competir por los puestos europeos.
Sin embargo, para poder encontrar un antecedente en Segunda División tenemos que echar la vista mucho más atrás. En concreto a la temporada 1935/36, cuando el Real Zaragoza consiguió su primer ascenso a la máxima categoría del fútbol español.
Los datos son esperanzadores. Y las sensaciones también. El equipo de Víctor Fernández está creciendo desde atrás. Y es que con los nuevos fichajes, este Real Zaragoza es otra cosa. Con una pareja de centrales que va rotando aunque siempre mantiene un fijo, Atienza. El cordobés se ha convertido en la pieza indispensable del centro de la defensa. Un rol que comparte con otro recién llegado, Carlos Vigaray.
El lateral ha hecho del perfil derecho un flanco infranqueable y se ha convertido en un verdadero puñal en ataque. Tal es así que el pasado domingo se estrenó como goleador tras una prodigiosa carrera de 90 metros, culminando un contragolpe de libro. Tiremos de tópico. El mejor ataque es una buena defensa. Y eso Víctor lo sabe a la perfección.
Goles, potencia y calidad en ataque
El ataque zaragocista ha cambiado por completo este año. Marc Gual y Álvaro Vázquez dieron paso a Luis Suárez y Dwamena. De la misma forma que Pep Biel cedió el testigo a Kagawa. La mejoría es considerable. El Real Zaragoza ha ganado en todos los aspectos.
Luis Suárez fue el primero en llegar. Tras una gran actuación individual con el Nàstic en La Romareda, decidió que ésta sería el lugar idóneo en el que explotar. Sus tres dianas y su carácter y compromiso le han convertido en el nuevo ídolo de la afición blanquilla. «Suárez, Suárez» cantaba el Municipal cuando Víctor lo retiró frente al Elche. Lógico.
Dwamena fue el siguiente. Tras un año complicado en el Levante, el club granota le abrió la puerta esperando que cogiera confianza de cara a la próxima temporada. El ghanés, al igual que Vigaray, se estrenó el pasado domingo. Aunque su rendimiento va mucho más allá del apartado anotador, ya que sus movimientos en ataque y su juego de espaldas a portería han permitido un mayor protagonismo y liberación, tanto de Luis como de Shinji. Un delantero son mucho más que goles.
La ansiada bomba fue Kagawa, que ha provocado un cambio radical en el Real Zaragoza. Su calidad, inalcanzable para ningún otro jugador de la competición, han dado un criterio ofensivo del que se carecía desde hace más de una década en el club maño. Su gol para adelantar al Zaragoza en Ponferrada y sus constantes apariciones en el juego combinativo le han convertido en lo que se esperaba de él. Un jugador totalmente diferencial en la categoría.
Los nuevos fichajes del Real Zaragoza han dado un paso adelante. Se han convertido en indiscutibles en un equipo en el que la competencia está a la orden del día. Los resultados están ahí. Cuatro jornadas. El Real Zaragoza es segundo.