El Real Zaragoza de Juan Carlos Carcedo ha ofrecido una imagen seria en las dos primeras jornadas. Capaz de cambiar su guión, ofreció dos registros distintos en dos partidos diferentes. Frente a la UD Las Palmas se mantuvo a la espera, prefirió al principio el fútbol de transición y tuteó a su rival en la segunda mitad. Ante el Levante modificó el panorama. Gobernó el juego pronto, quiso ser protagonista y acumuló las mejores opciones del encuentro. Las variantes en el plan de Carcedo se topan con una cruda realidad: el Zaragoza sigue siendo un equipo tímido en el área rival, sin goles que cantar en 180 minutos de juego.
Hay dos condicionantes que marcan la propuesta de Carcedo en los dos encuentros. En el Estadio de Gran Canaria se enfrentó a un equipo con estilo propio, hecho a la medida del fútbol canario. No sucedió lo mismo en La Romareda, donde Carcedo pretende que su equipo domine siempre, sin importar si se enfrenta a un equipo que procede de Primera.
Las cifras del Real Zaragoza en sus dos primeras citas
Los números ofrecen una pista clara del plan de Carcedo. En Las Islas, eligió esperar en su terreno y cedió la posesión, para sumar un 42% de dominio. Su fortaleza residió en la defensa, donde ganó 17 duelos aéreos y sumó 13 intercepciones y 18 despejes. Las mejores ocasiones llegaron a la carrera, siempre en la segunda mitad, para completar 8 tiros totales y 4 de ellos entre los palos.
Una propuesta distinta se vio ante el Levante. Espoleado por el ambiente de La Romareda, el Zaragoza gobernó el juego desde el principio. A su 56% de posesión le añadió más remates (11 tiros totales, 6 entre los tres palos) y un alto porcentaje de pases acertados: 82%. En su línea de tres cuartos, hubo libertad de movimientos y voluntad de marcar: todos probaron la portería de Dani Cárdenas. Carcedo resumió al acabar el encuentro los fundamentos de esa primera mitad: volumen alto de juego, fútbol en los pasillos interiores y fluidez en la circulación.
Si los mejores tramos del Zaragoza en Gran Canaria llegaron en la Segunda mitad a través de la transición, frente al Levante el Real Zaragoza mostró su mejor rostro gracias al fútbol posicional. El equipo de Medhi Nafti introdujo después a sus mejores futbolistas y Carcedo entendió que el partido estaba al espacio y no al pie. En ese punto del encuentro, a través de la carrera de Simeone, Francho, Mollejo o Puche, el Zaragoza se quedó a un dedo de ganar el encuentro. Se estrelló, como había hecho antes, en el área rival. Allí parece presa de la ansiedad, sin claridad para elegir la mejor de sus ideas.
El Real Zaragoza suma dos empates en su puesta de largo. Siempre ha mostrado una imagen digna, hasta el punto de saber jugar muchos partidos en uno solo. Pero un trauma sigue vigente: no hay goles entre todas sus pieles.