ZARAGOZA | El Real Zaragoza se mide al Levante en un partido de altura, en una noche grande en La Romareda. Se miden dos equipos al alza, dos aspirantes sobre el papel de septiembre. La lluvia, esperada desde todos los frentes, puede añadirle tintes de épica a un duelo que tendrá muchos en uno solo. En los banquillos se enfrentan dos técnicos especiales, únicos en todos sus matices. Víctor Fernández encarna la longevidad, el amor a unos colores y el éxito en varias décadas distintas. Julián Calero es un técnico moderno sujeto a los principios de siempre, en plena progresión, que vive el inicio de una carrera llena de promesas.
Al técnico granota le une además un hilo permanente, un lateral que lleva su sangre, su apellido y que ha imitado también su discurso. Iván Calero querrá vencerle a su padre, mientras pactan en secreto un ascenso conjunto. El Levante es caviar para Víctor Fernández, alerta ante el talento de Carlos Álvarez, un sol para Segunda. Zurdo hasta cuando camina, en El Ciudad de Valencia le han bautizado con un mote que remite a los dioses de este juego: “el pelusa”. Nunca será Maradona, pero en su frasco hay magia y el hambre de los distintos. Julián Calero ordena a su lado un plan colectivo y coherente, lleno de recursos. Quizá el más importante sea una mezcla eficaz entre la juventud y la experiencia, viejos rockeros como Iborra o Morales alternan con promesas como Pablo Martínez, Andrés García, Espí o Romero. A mitad de caballo entre las dos cosas, Roger Brugué quiere ser en La Romareda, otra vez, el más listo de la clase.
En el Real Zaragoza, Víctor Fernández incidió en el aspecto físico de las cosas. Bazdar o Aketxe, quizá los mejores improvisadores del grupo, llegan justos a la cita. El técnico debe medir el riesgo de su aparición, en una balanza en el que la importancia del partido también juega. Las certezas del grupo permanecen, a pesar del resbalón en Burgos en la última jugada. Víctor Fernández confía en el inicio de su equipo, en el nivel de juego mostrado y en el ritmo de sus últimos entrenamientos. También en una ley que escribió hace tiempo y que vale para cualquier temporada: “Las temporadas de los equipos quedan marcadas por los resultados que consigues como local”.
El Real Zaragoza espera vencer al calor de La Romareda, en la prueba más bonita de este inicio, quizá el partido de mayor nivel que puede ofrecer ahora mismo la categoría. Víctor Fernández vuelve a librar una batalla generacional, en un partido marcado por los sabores, entre mortadelas y caviares, con aroma de historia y el recuerdo de otras categorías. El Zaragoza buscará los goles de Soberón, el liderazgo de Vital, la batuta de Moya y el regate de Liso como máximas. Julián Calero mima a un niño con sueños de gigante, Carlos Álvarez, y sus dos mejores acompañantes: Pablo Martínez y Roger Brugué. En el banquillo, se enfrentarán los dos mejores discursos de la categoría y en el césped un duelo de altura.
Posibles alineaciones:
Real Zaragoza: Gaëtan Poussin; Iván Calero, Lluís López, Bernardo Vital, Dani Tasende; Marc Aguado, Toni Moya, Adu Ares, Adrián Liso; Samed Bazdar, Mario Soberón.
Levante UD: Andrés Fernández; Andrés García, Elgezabal, Cabello, Diego Pampín; Oriol Rey, Sergio Lozano, Pablo Martínez; Carlos Álvarez, Roger Brugué, Carlos Espí.