El duelo entre Real Zaragoza y Oviedo es la escenografía de los regresos. Borja Bastón y Jorge Pombo vuelven a La Romareda en la tarde de este sábado.
Bastón refleja el gol y la unanimidad. En el Municipal ofreció su mejor fútbol de siempre y llevó al equipo a un playoff que ni él ni su club pudieron disfrutar. El talento de Pombo siempre estuvo bajo sospecha. Su forma de jugar, que tuvo a menudo un punto de genialidad y otro de arrogancia, generaba división de opiniones. Y no se sabrá hasta hoy si La Romareda les prepara a los dos un regreso amable.
Oviedo y Zaragoza, un camino habitual
Bastón y Pombo son los últimos ejemplos de un trayecto frecuente en la historia de los dos clubes. Miguel Linares vivirá el partido de un modo especial. Símbolo de la reconstrucción del equipo asturiano, sus últimos años en la élite llegaron en el club de su tierra, en Zaragoza. A menudo confiesa que hizo su carrera al revés. En sus primeros años como profesional, cumplió el sueño de otros. En los últimos, alcanzó el suyo.
Hay muchos ejemplos de jugadores que han formado parte de las dos plantillas. Simone Grippo acaba de abandonar el conjunto carbayón, pero pudo mostrar su liderazgo en los dos clubes. Edu Bedia llegó a Zaragoza procedente de Oviedo. Tuvo un papel testimonial en un equipo de circunstancias y no alcanzó las expectativas que había generado su rendimiento en Asturias. Alfredo Ortuño también sabe lo que es marcar goles para los dos equipos.
En los años de Segunda, pocas zurdas han brillado tanto como la de Manu Lanzarote. En La Romareda dejó goles en su museo y un carácter peculiar. Y también en el Tartiere disfrutaron una temporada de sus detalles. El lateral asturiano Javi Paredes se formó en las categorías inferiores del club carbayón y tras dos campañas en el primer equipo del Oviedo, llegó a Zaragoza para hacerse un nombre en la élite. Un camino inverso siguió David Generelo. El mediocampista terminó su carrera en Oviedo, donde dio sus primeros pasos como entrenador.
Oviedo y Zaragoza, vasos comunicantes
Aurelio Gay jugó desde la temporada 91/92 en un Zaragoza que tocó el cielo de París. Su salida del equipo aragonés llegó en el año 1996, con destino a Oviedo. El portero Sabino Zubeldia defendió los colores del Real Zaragoza durante cuatro temporadas (1978-1982). El cierre de su carrera profesional llegó en Oviedo, en 1992, con Javier Irureta en los banquillos. En la década de los 70, también aparece otro nombre. Juanjo fue un delantero vivo y liviano, que probó fortuna en los dos equipos. Una década antes, el guardameta Alarcia cambió la portería asturiana por la del Real Zaragoza.
Un futbolista con apellido célebre había recorrido el mismo camino unos años antes. Ricardo Lapetra, hermano del futbolista más recordado de la historia del Real Zaragoza, vistió las camisetas de los dos equipos.
Zaragoza y Oviedo y el pasaporte a los banquillos
Dos técnicos célebres del fútbol español defendieron los colores de ambos equipos. Arsenio Iglesias y Carriega jugaron en el Oviedo y acabaron entrenando al Zaragoza. Carriega con más brillo que casi ningún otro: fue el arquitecto de un equipo legendario, Los Zaraguayos.
Radomir Antic entrenó también a los dos equipos y, antes de ocupar el banquillo de La Romareda, había deslumbrado como un libre elegante en Zaragoza.
La relación en los banquillos de los dos equipos ha sido especialmente productiva. Luis Urquiri, Domingo Balmanya, Juan Ochoa, Luis Costa y Javier Irureta entrenaron a Oviedo y Zaragoza.
Los orígenes de Primera
Rafael Rojas Serrano es uno de los grandes historiadores del zaragocismo. Preguntado por Sport Aragón, repasa la transfusión de nombres entre los dos equipos. Tras unas dudas iniciales, recita a través de la mensajería instantánea un inventario de casos.
Después de unos minutos de búsqueda deja su última aportación:
“Antonio Sánchez Valdés, Antón, fue uno de los grandes ídolos del Oviedo. Había debutado en el equipo asturiano en la temporada 35/36. Tras la Guerra Civil, el conjunto carbayón no jugó en el regreso de la competición: el campo de Buenavista había sido asolado por la guerra. En el año 39, Antón llegó a la capital aragonesa y lo hizo para marcar el primer gol del Real Zaragoza en Primera División. Después volvió a Oviedo y se convirtió en un emblema del club. El único año que no jugó allí, marcó en Zaragoza un gol para la historia”.
El Real Zaragoza-Oviedo es un duelo entre dos históricos. Borja Bastón y Pombo son los últimos representantes de una larga tradición, de un camino que traza muchos puntos en común. Ambos equipos se miden esta tarde (La Romareda, 18:15) en el partido de los regresos.