Las dos derrotas consecutivas cosechadas por la SD Huesca han cortado de raíz su escalada hacia la permanencia. Las continuas bajas en la plantilla azulgrana han mermado la buena dinámica del equipo. En los dos últimos encuentros los oscenses tuvieron que lidiar con hasta 7 ausencias. Contra el Alavés fueron: Galán y Musto sancionados y Etxeita, Akapo, Melero, Luisinho e Insua lesionados. Además, Miramón tuvo que retirarse del partido a los 26 minutos acelerando la reaparición de Rivera.
Todos estos problemas se han solucionado con parches insostenibles. Ante el conjunto vitoriano tuvieron que ser Ferreiro y Yangel los que se posicionaron en los laterales. Su trabajo en un puesto donde no están habituados se complicó con las arrancandas por banda de Inui y Jony. El gallego vio la quinta cartulina amarilla y se perderá el choque en dos semanas ante el Real Madrid. Mientras, en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe, tuvo que ser Musto el que ejerciera de central en detrimento de Pulido, sancionado.
Bajo rendimiento en defensa
Tantas bajas han afectado de forma considerable al rendimiento en la zaga. Prueba de ello son los 7 goles encajados en las últimas cuatro jornadas, los mismos que en las 7 anteriores. Es decir, desde la victoria ante el Real Betis en la jornada 18 hasta la derrota frente al Athletic Club en la 24, el Huesca encajó los mismos tantos que en los últimos cuatro partidos contra Espanyol, Sevilla, Getafe y Alavés.
Además, el conjunto dirigido por Francisco Rodríguez no recibía 3 goles desde el 19 de enero. El Atlético venció por tres tantos a cero al Huesca en El Alcoraz. Las bajas del equipo han pasado factura y han rebajado la seguridad lograda por el técnico andaluz. Asimismo, una falta de olfato goleador que ha condicionado a los altoaragoneses. El Huesca necesita mucho para marcar y muy poco para encajar.
La recaída de Miramón
Jorge Miramón volvió a lesionarse ante el Deportivo Alavés. El lateral llegó entre algodones tras haberse lesionado ante el Sevilla. Su rotura en el bíceps femoral izquierdo le impidió participar en la visita al Getafe. Durante la semana, el zaragozano ya se daba por recuperado y entrenó con normalidad con el grupo. Sin embargo, los fisioterapeutas estaban pendientes de su evolución, realizando trabajos al margen. Un duro contratiempo que veremos en que queda. Máxime cuando el zaragozano es el segundo futbolista más utilizado por detrás de Moi Gomez.