El CV Teruel no pudo lograr la octava victoria consecutiva en lo que estaba siendo hasta hoy un arranque liguero perfecto. Los de Rivera no habían cedido ni un solo set en las primeras siete jornadas ligueras. Lo de hoy ha sido un frenado en seco, la sorpresa de la jornada protagonizada por un Arenal Emevé inconmensurable sobre la pista. Eso sí, sufrieron de lo lindo para llevarse los puntos, forzando un quinto set que se quedo en casa.
Los locales plantaron cara desde el primer minuto de juego y en el primer set exhibían un buen saque y ataque. Pese a la buena recepción de los turolenses, el ataque naranja no estaba acertado y Rivera pedía tiempo muerto con el marcador reflejando 4 puntos abajo. El toque de atención surtió efecto y el primer set era naranja con una gran reacción final (28-30).
El segundo set fue más de lo mismo. Los locales hacían gala de un buen juego, sobre todo en ataque, y ponían contra las cuerdas a un Teruel todavía sorprendido por el buen arranque de su rival. Con el 20-19 llegaban a los puntos decisivos ambos contendientes en una batalla que caería del lado local y que suponía el primer set cedido en toda la campaña para los naranjas.
El tercer set fue el que macaría claramente la tenencia en el duelo. El pabellón lucense, con 50 almas en las gradas, apoyaba a los suyos viendo como amenazaban con mandar a la lona al líder de la SuperLiga. Y se confirmó lo que se iba viendo desde el arranque. El Emevé conseguía una ventaja interesante (19-13) con la que nada pudo hacer el Teruel. El tercer set terminaba con un claro (25-20) y ponía por delante a los locales en el global (2-1), remontada incluida.
Cuando peor pintaba el partido y el Teruel parecía noqueado, llegaba la reacción de un líder que tiró de casta y orgullo para forzar el quinto y definitivo set con un (19-25) en el cuarto acto.
El encuentro llegaba al final con las espadas en todo lo alto. Un Arenal Estevé que se veía cerca de la victoria, de protagonizar el sorpresón de la jornada, y un Teruel que podía enmendar el juego irregular y al menos llevarse una nueva victoria pese a haber perdido la imbatibilidad en sets -algo que pasaría tarde o temprano a lo largo de la liga regular-. Pero no pudo ser. La moral y la fe mostrada por los de Lugo durante todo el partido tuvo su recompensa y se acabaron llevando el set y el partido con un (15-13) final.