Un error de Andrés Fernández, que no blocó el balón centrado por Álex Fernández, propició que un caza goles como Negredo se encontrara con un regalo que no desaprovechó. Desde 2016 no marcaba en la Liga española. Y tampoco tuvo que emplearse a fondo para mandar el balón mansamente a la red. Un golito para que el Cádiz pusiera la proa. Hasta entonces no había hecho nada. Bueno, sí. Propuso el fútbol esperado. Dio la posesión al Huesca y se encastilló en 30 metros con una masa de piernas y músculos para dejar a los de Míchel el dominio de la nada.
Huesca y Cádiz se encontraron sobre El Alcoraz con el libreto de Segunda. Si uno apostó por la posesión, el otro por la pegada. Y a la primera que tuvo el equipo gaditano, mazazo. A partir de allí todo cambió. Más que nada por las prisas de los de Míchel para equilibrar el marcador. Le tocó masticar cada jugada, pero sobre todo buscar la verticalidad porque el dominio sin probar los guantes de Cifuentes era inocuo. Y claro, con ese guión, el Cádiz estaba feliz con su orden.
Los de Míchel carecieron de desmarque, de balones al hueco, de desequilibrio ante un Cádiz que no sufría. Mientras Pulido, Eugeni o Mosquera optaran por pasar la bola al pie -algún desplazamiento largo fue estéril- y con Juan Carlos desaparecido, no pasó apuro alguno el once andaluz. Era un Huesca embolsado. Ni Ferreiro desbordaba por la banda izquierda ni Mir ni Okazaki, que se ofrecía todo y más, recibían balones.
Cifuentes se convirtió en el portero más veterano en debutar en Primera a sus 41 años
Necesitó el Huesca de cierta descomposición del orden del Cádiz para encontrar algún hueco por donde entrar. Tuvo algún minutito esperanzador, pero la realidad se impuso. Y es que Cifuentes, debutante en la categoría a sus 41 años, no fue exigido en toda la primera parte. Y así era imposible y necesario que Míchel agitara al grupo para buscar un fútbol distinto.
Los primeros cambios los hizo el Cádiz. Quitó al lesionado Jonsson por Bodiger para jugar por detrás de Negredo y a Cala, con tarjeta, por Fali. Míchel decidió hacer un triple cambio. Ingresaron en el campo Borja García, Joaquín y Sergio Gómez. Trivote, Okazaki en punta y aprovechar las bandas con Ferreiro y Joaquín. Quiso que el balón circulara, entrar por las bandas y Okazaki terminara la faena.
La agitación no surgió el efecto requerido. El reloj corría demasiado para un Huesca inocuo. El Cádiz feliz con el viento a favor, cerrando huecos y hasta con cierta comodidad. Los gaditanos retocaron el equipo con hombre por hombre con media hora para cimentar una victoria de cinco estrellas entre dos equipos con la permanencia como objetivo.
Míchel reestructuró su fútbol con la entrada de Escriche por Ferreiro para acompañar arriba a Okazaki. La intención estaba, pero la realidad era muy distinta al deseo. El Huesca no encontraba por dónde hacer daño a un Cádiz perfectamente ordenado y que ahogaba a los de Míchel en el centro del campo. Así las cosas, llegó la sentencia con una contra de manual en la que Malbasic se quitó a Mosquera en el área y puso un balón de oro a Pombo, solo, para que rematara a placer.
Ficha Técnica del Huesca – Cádiz
SD Huesca: Andrés Fernández; Maffeo, Pulido, Siovas, Galán; Eugeni (Sergio Gómez 52’), Mosquera, Juan Carlos (Borja García 52’); Mir (Joaquín 52’), Okazaki y Ferreiro (Escriche 72’)
Cádiz CF: Cifuentes; Carcelén, Cala (Fali 45’), Mauro, Espino; Alex Fernández, José Mari (Augusto Fernández 43’), Jonsson (Bodiger 45’), Pombo; Negredo (Malbasic 68’) y Salvi Sánchez (Iván Alejo 80’).
Goles: 0-1 min. 10. Negredo. 0-2 min. 83 Pombo.
Árbitro: César Soto Grado. Amarilla Pulido 15’, Cala 28’, Ferreiro 48’, Espino 57’, Pombo 62’ y Siovas 75’.