Emery aleccionó a su tropa de las fortalezas del Huesca y sus chicos abrieron la cita con el guión aprendido. Con lo que no contó fue con Pablo Maffeo. El Villarreal cargó 40 minutos de fútbol por la banda de Galán, el Huesca respondió por la misma latitud y la sorpresa saltó en el 42, justo, por el otro costado. Juan Carlos marcó la diferencia para habilitar a Maffeo que colocó la bola de forma sutil con su zurda en un balón imposible para Asenjo. El nuevo fichaje del Huesca fue protagonista en el 62. El VAR vio su mano en el área y Gerard, un incordio todo el partido, empató.
Míchel dispuso sobre el campo a dos de los fichajes para esta campaña. Andrés Fernández, bajo palos, y Maffeo. El defensa llegó hace cuatro días y la lesión de Pedro López le alistó para el once inicial. Pronto habrá nuevos nombres para un equipo construido sobre la base del ascenso y el título de Segunda. En breve se incorporan Siovas y Borja García con lo que pronto las convocatorias serán muy distintas.
El Huesca se topó con un Villarreal al que le gusta tener el balón como a los de Míchel, que puso una defensa alta para cerrar huecos y dio el primer aviso en un centro de Ferreiro al que Insua no pudo conectar con éxito. Replicó Gerard, que exigió a Andrés Fernández, en lo que fue un aviso de su fútbol. Los castellonenses le buscaron con insistencia. Cosió un par de jugadas de calidad y con el paso de los minutos se convirtió en el único faro donde los de Emery daban señales de su peligro.
El VAR había impedido que el Villarreal se hubiera adelantado en dos ocasiones. Las dos decisiones justas. Pero eran avisos claros de que los de Castellón estaban dispuestos a liarla, que llegaban y que cualquier zarpazo podría ser efectivo. Había cierto acoso ante un Huesca que empezaba a no encontrar cómo enlazar una jugada con criterio e hilvanar peligro ante un Asenjo sin trabajo. Eso sí, defendió con orden. Lo que dice el míster: hay que saber sufrir.
Pero el fútbol es lo que tiene. El Villarreal empezó a deshilacharse en la misma proporción que el Huesca crecía y el primer acto acabó con ese gol de Maffeo y un Huesca mejor dispuesto ante el submarino amarillo. El once de Míchel siguió perfectamente ordenado ante un Villarreal con balón, con algún aviso -Alcacer la tuvo- y con Juan Carlos que aguantó y tuvo criterio en todo lo que hizo hasta que se quedó sin gasolina. En el mismo cambio de Juan Carlos, también salió Ferreiro, en otro partido de lujo del gallego.
Se empezó a torcer el encuentro con el penalti absurdo. A veces, el fútbol tiene estas cosas. La jugada en sí carecía de peligro alguno, pero la mano, bueno, el balón se deslizó por el brazo de Maffeo, y el VAR lo vio. Nada se puede decir al respecto más que lamentarlo.
Emery movió tres piezas de golpe. Metió a Mario, Iborra y Kubo, el jovencísimo japonés cedido por el Real Madrid, para buscar el desequilibrio. Míchel sacó a Rico por Seoane y la impresión es que se iniciaba un nuevo partido. El Villarreal subió en intensidad, el Huesca se agazapó con orden y concierto con la esperanza de calcar el primer acto y cazar con éxito su oportunidad. El linier vio un fuera de juego por milímetros de Pulido que hubiera supuesto el 1-2 y Andrés salvó el 2-1. Y todo en el ’95. El empate deja un buen sabor de boca al Huesca para empezar a asfaltar la permanencia.
Ficha Técnica
Villarreal CF: Asenjo; Peña (Mario 76′), Albiol, Pau, Pedraza; Chukwezw, Coquelín (Iborra 76′), Parejo, Moi Gómez (Niño 90′); Gerard, Paco Alcácer (Kubo 76′).
SD Huesca: Andrés Fernández; Galán, Insua, Pulido, Maffeo (Luisinho 88′); Juan Carlos (Eugeni 62′), Rico (Seoane 77′), Mosquera; Mir (Joaquín 89′), Okazaki, Ferreiro (Nwakali 62′).
Goles: 0-1 min. 42 Maffeo. 1-1 min. 68 Gerard Moreno.
Árbitro: Estrada Fernández. Amarilla Pedraza 35’, Mosquera 88′.
Incidencias: partido disputado en el estadio La Cerámica.