Enric Gallego y ‘Cucho’ Hernández. Uno la veteranía, el otro la juventud. Uno la fijación, la presencia, el cuchillo y la intimidación. El otro el descaro, la movilidad, el ansia y la personalidad. El uno ha sido capaz de vivir sin el otro, pero dejan la sensación de que juntos serán mejores. La SD Huesca parece haber encontrado dos gotas tan diferentes, como complementarias. Retroalimentados en su esencia y complementarios en la práctica. Si todo se da, no sólo ganará el Huesca, ganarán ambos.
Porque en los apenas 3 partidos que ambos llevan juntos, han dejado entrever una química que bien explotada puede ser de un gran beneficio. El dinamismo de ‘Cucho’ le viene como anillo al dedo a la fuerza, intimidación y presencia del catalán. Enric, mas acostumbrado a fajarse entre bambalinas, con un físico y un hambre intimidatoria. Es la descarga perfecta para el joven delantero colombiano, que vive una temporada con demasiada responsabilidad y exigente auto-presión. En algunos momentos le ha penalizado su falta de acierto, pecar de demasiada individualidad y una posición referencial que le recorta virtudes.
Que haya llegado alguien con la suficiente personalidad y calidad para facilitar el trabajo a un ‘Cucho’, demasiado cargado de un papel referencial, será beneficioso y Francisco lo sabe. Que en las dos primeras jornadas el delantero barcelonés, haya sido capaz de generar y regalar situaciones beneficiosas para el colombiano, es hasta lógico. Pero lejos de parecer un gran avance sólo para el cafetero, también puede ser una buena oportunidad para el catalán. Ya que la movilidad de ‘Cucho’ puede generarle espacio y profundidad, para ejecutar donde mejor se desenvuelve: en el área. Ver caer al colimbiano donde mejor se desenvuelve; acostado a una banda (preferiblemente derecha), es el claro ejemplo del nuevo rol del colombiano.
‘Cucho’ debe dar otro pasito al frente
La personalidad arrolladora de Enric ha conseguido contagiarlo de tal modo, que esta misma semana ‘Cucho’ ha empezado a devolverle favores. Desde la llegada del catalán se ha podido ver a un ‘Cucho’ más solidario en el trabajo, mucho más vertical y que ahora, por fin, tiene una referencia a quien buscar cuando se acuesta para buscar espacio. Si alguien es capaz de perforar espacios es el colombiano. Aquel ‘Cucho’ del inicio de campeonato, debe regresar. Y con ello, su frescura, su dinamismo y su descaro diferencial. Pero para ello, será vital que entienda un rol algo más secundario en apariencia, aunque cargado de beneficios. Puede y debe dar un nuevo paso al frente.
El día que ambos sintonicen la misma frecuencia, y aparezca ese ‘Cucho’ chisposo y dinámico de algunas fases de la temporada, el equipo lo va a notar y el público lo va a disfrutar. Y es que, lejos de lo que podía parecer, son dos delanteros totalmente complementarios. Jugar cerca les beneficia y posibilita muchas formas de ejecutar las acciones de ataque. Hoy, esta SD Huesca es menos previsible y mucho más rica en recursos ofensivos.
Ya no se trata sólo de generar a través de la combinación, se ha ganado en juego directo. Una nueva arma a las sabidas de la velocidad y movilidad. Si algo se echaba en falta era mortalidad en la ejecución, y si nada se tuerce, parece haber encontrado en Enric, esa ansiada figura. Ahora, quedará por ver como recompone Francisco una lanza de ataque, que empezaba a supurar una infinidad de variantes en su estilo. ‘Chimy’ Ávila o Juanpi Añor se perfilan como principales variantes a la baja de ‘Cucho’, siempre y cuando Francisco decida apostar por el mismo esquema de juego. Queda por ver si Enric mejora todo lo que le rodea, o por el contrario, ambos complementos se pueden retroalimentar.