Miguel Malo recogió la bandera de la cantera del BM Huesa y allí sigue. Algo tienen los jugadores de la base para, además, compatibilizar este duro deporte con estudios de alto nivel. Como en el caso del central: Medicina. Igual ocurrió con otro canterano ilustre como Marco Escribano. El hoy doctor se labra la vida con el fonendoscopio al cuello. Y así quiere ‘copiarlo’ Miguel Malo. Pero hasta entonces, ASOBAL. Con esos estudios, Clínica Ferrer es el patrocinador personal del central del Bada Huesca.
Anaita llega el domingo al Palacio y el partido –otro más- se ajusta a la necesidad de ganar para escalar posiciones en una clasificación tremendamente igualada. Regresa el balonmano tras el parón por la Covid-19 que le ha vuelto a aligerar el calendario al Bada Huesca. Varios jugadores han soportado el virus y desde el jueves tiene a su plantilla para entrenar salvo los lesionados Carmona y Mosquera. Sergio Pérez coge la pega, pero a ritmo distinto que sus compañeros por las molestias en el pubis. Es duda para el domingo.
Malo ha tenido más responsabilidad en el puesto de mando en el ataque del equipo. No esconde que está “contento” por gozar de minutos y de calidad, porque no hay nada mejor que jugar para aprender. Del rival de este domingo (18.00) no se espera grandes sorpresas. Se conocen bien. Han jugado además amistosos por lo que el guión es de un equipo difícil, que les va a hacer correr mucho. “Tendremos que estar muy concentrados en el repliegue ya que su pieza claves son los contra ataques”, afirmó Malo.