Esta SD Huesca convence cada día más. Su gran juego y solvencia de cara a portería le han llevado a dormir en la zona más alta de la tabla. Ante el Reus se volvió a presentar como un conjunto al que le gusta el balón y que goza de grandes oportunidades para lograr más puntos de los que obtiene.
Hasta 16 tiros acumuló el conjunto oscense en la primera parte. La media, de un disparo cada tres minutos, hace un resumen bastante efectivo de lo que fue el partido: un total asedio a la portería de Edgar Badía. El once, renovado con jugadores como Rulo y Luso, se sintió igual de firme que en otras ocasiones. Aún así, no todo fueron buenos minutos ni buenas salidas de balón. De todos modos, el Huesca sigue exhibiendo una gran confianza en sí mismo, capitaneada por Gonzalo Melero y, cada vez más, por Lluís Sastre.
El partido cambió de tónica tras el gol. Previamente, el bombardeo hacia la meta del Reus había sido total, contestado de buena manera por una férrea y bastante cerrada defensa visitante. El Huesca solo logró perforarla a ritmo de juventud, pues en la jugada del 1-0 intervienen Rulo, ‘Cucho’ Hernández y Gallar, con 21, 18 y 25 años respectivamente. El catalán jugó con Rulo para que corriese por la banda -cosa que ha demostrado ser su especialidad– y se la dio ‘Cucho’, que asistió en el área para que Gallar, desde la segunda línea, lograse su primer gol con la elástica azulgrana.
Desde entonces, el Huesca se volvió conservador y buscó contragolpear con las líneas más juntas. El acoso del Reus aumentó y culminó con un gol desde la frontal. Antes, el conjunto catalán disparó al palo e hizo a Remiro parar un par de ocasiones claras.
Rulo y Luso, en la misma línea general
La actuación de Rulo fue más que digna para un debutante en la categoría. Pese a mostrarse dubitativo hace unas semanas en Copa del Rey ante el Real Valladolid, el valenciano se atrevió a encarar más, defendió más solventemente e hizo que la ausencia de Brezancic no se notase en demasía. Con su velocidad y agilidad consiguió superar en numerosas ocasiones a la defensa rival y centrar con peligro.
Mientras tanto, la experiencia del zaragozano Luso se expuso en el centro del campo. Pese a no aportar esa salida de balón ni ese desparpajo en la finta de Aguilera, sus ayudas en defensa y coberturas fueron muy necesarias. En la primera parte, cuando el Huesca estaba volcado en ataque, su presencia en el centro del campo para cortar posibles contras -con faltas o con robos- fue notoria. También cumplió con creces.