Tras coser dos derrotas, Rubi tiene claro que el equipo anda con ganas de revancha –dos veces lo acaba de decir en rueda de prensa- y que ha sido necesario un reseteo en la plantilla para encauzar la forma de las ganas de ganar. Y, sobre todo, calma e insistió el preparador en que no hay que ponerse nervioso.
El líder lo es por algo y, por tanto, uno de los primeros mensajes de Rubi es que no hay que ponerse nervioso ni mirando los horarios del calendario que dejan al Huesca en los próximos cuatro partidos en el último encuentro de la jornada. Cosa de ser líder y, sobre todo, producto del fútbol que ofrece y agrada a las televisiones. Ha torcido el gesto cuando se le ha preguntado al respecto en rueda de prensa. Sabe, y así lo acaba de decir, que la competición está en máxima tensión. Casi es un ahora o nada en este mes de marzo. En abril o mayo habrá menos tensión. Y por eso no le convence jugar con la presión de saber los resultados y, previsiblemente, de saltar al campo acosados por los rivales. “Igual quieren darle emoción a la liga”, ha dicho.
Quizá por ello esquiva cualquier ansiedad contra el Almería, rival este domingo en El Alcoraz, transmite sensación de absoluta tranquilidad tras las dos derrotas consecutivas del Huesca y subraya que a los andaluces habrá que ganarles desde el fútbol. En el orgullo propio deslizó que el equipo está con muchas ganas de volver a jugar, de hacerlo al abrigo de su afición y tiene ciertas ganas de “revancha”. Por dos ocasiones lo ha dicho. No hubo reproche alguno a lo sucedido en Vallecas y el horizonte se dibuja más amplio y mejor al recuperar el Huesca efectivos, quedarse lo de Kilian esta semana en un susto y la mejora de Vadillo. Son argamasa de la buena para superar un bache. “Nuestros rivales quieren que nos pongamos nerviosos y es normal. Lo que yo quiero es que el vestuario disfrute día a día. Otra cosa es que estemos ocupados en mejorar, corregir y hacerlo mejor”, recalcó.
La semana ha dejado en Rubi el convencimiento de que este domingo su equipo llega preparado para hacer un buen fútbol ante un equipo como el Almería que está en racha, con tres victorias consecutivas, algo que es una tónica en cualquier rival que se enfrenta al Huesca. Lo primero que quiere ver Rubi este domingo es que a su equipo no le afecten las dos últimas derrotas. De la sucedida contra el Rayo, una de las conclusiones que rescató el entrenador es que en el deporte “toca reordenar todo lo entrenado y trabajado. El jugador se deja llevar por la necesidad de ganar, por la importancia del partido y es como si olvidara todo lo hecho. Y esto es un error. (Antes) hay que solucionar un córner, una salida de balón, un contraataque… Y eso es lo que hemos entrenado”. De ese partido contra el Rayo extrae que situaciones que antes el equipo resolvía –balón parado, centros laterales, cierre de pasillos interiores…- en esa jornada no lo hizo por lo que la semana ha ido en esa línea de reajustar lo que ya sabe hacer.
Emoción por Quini
Rubi también tuvo palabras para Quini. Fue el momento más emotivo de la rueda de prensa. “Es una tristeza enorme. Había pasado momentos muy duros y parecía que los tenía superados. Él no tiene, porque para mí está con nosotros, ningún enemigo vaya donde vaya. Es una persona ejemplar. A nosotros nos trató de maravilla, nos dio mucho cariño. Se preocupaba mucho por cómo funcionaba el Huesca. Nos enviaba muchos mensajes. A su familia el máximo cariño”, dijo.