Rubi, una de las figuras del histórico ascenso a Primera de la SD Huesca, ha vuelto a El Alcoraz para dirigir un partido que “he vivido de una forma complicada“. La vuelta a la que fue su casa “es muy emotiva por un lado, pero tienes que venir como un profesional a hacer tú faena“.
Sin embargo, el que estuviera defendiendo los intereses de otro conjunto no ha sido impedimento para que el club le haya brindado el trato que merece: “Es muy reconfortante, mucha gente me ha venido a saludar, a abrazar. Estoy muy contento del trato que he recibido aquí y no me cansaré de decirlo porque es una realidad. Tanto les he dado yo a ellos como ellos me han dado a mí”.
En cuanto al remozado estadio, afirmaba sorprendido que “El Alcoraz está precioso, muy bonito“. Y, analizando la actualidad del conjunto azulgrana casi como un aficionado más, apeló a la esperanza y al trabajo, asegurando que “el Huesca tiene que disfrutar y no desanimarse para nada. Las situaciones en el fútbol cambian de un día para otro. Hay que trabajar duro y ojalá el Huesca pueda empezar a ganar partidos en esta liga. Les he visto intensos, hay buen vestuario y yo creo que se puede“.
Tras esto, y analizando las comparaciones entre él y el actual técnico oscense, expresó que “Francisco tiene su método, es un gran entrenador que transmite mucho y tiene que ir con toda la carne en el asador con su método. Si puede aprovechar algo del nuestro, bien”.
Por último, confirmó que el planteamiento de Francisco les “ha sorprendido”. “Ha sido muy valiente, ha sacado un 11 muy ofensivo. Ellos han salido mejor que nosotros. Han querido y han peleado hasta el final, los 9 últimos minutos se nos han hecho larguísimos“. Sin embargo, también vio una laguna a arreglar en la mente de la que el pasado año fue su plantilla: “Hay que darle fuerte al trabajo anímico. El gol les ha hecho mucho daño, el segundo muchísimo más”, concluía.