Ahora mismo es el mejor partido que se puede ver en la Segunda División. Rayo Vallecano y SD Huesca juegan el sábado un encuentro cinco estrellas. El segundo recibe al primero. El equipo de Rubi buscará abrir un hueco de 11 puntos con un rival que llega lanzado.
La empresa no será fácil. La búsqueda de los tres puntos en juego es el objetivo, pero el entrenador del Huesca tiene claro que no despreciará si a los últimos minutos se entran con el marcador equilibrado. Rubi mete la presión al rival. “Las consecuencias de perder son más graves para ellos”, acaba de decir el preparador del Huesca en rueda de prensa. El líder está tensionado para la cita del sábado y no hay excusas ni en las bajas ni en la caldera que siempre es Vallecas.
Rubi volvió a tirar de argamasa con el vestuario: “Los 55 puntos son gracias también a quienes menos juegan”, y calificó de “enorme” su deseo para que quienes han tenido menos minutos en competición firmen la victoria y les descargó de cualquier responsabilidad en caso de derrota: “Sería injusto que nos fijáramos en quien falte”.
El cuerpo técnico del Huesca es plenamente consciente del potencial de quién es en este momento el primero que ve en su retrovisor el líder de la categoría. Tiene jugadores de una gran calidad y los canteranos también consiguen ahormar un equipo difícil de batir y que va lanzado a anclarse en las posiciones de ascenso directo. Rubi recalcó que no le afecta “ni en la moral ni en la confianza” la combinación de la derrota de la pasada jornada contra el Valladolid con la plaga de lesiones o de falta de jugadores como ‘Chimy’ por la roja que vio contra el equipo castellano.
Retoma su discurso de equipo para salvar las dificultades y para afrontar un duelo que tendrá una de sus principales claves en el dominio del balón. “Vamos a ser dos equipos que buscaremos la iniciativa del juego por lo que seguro que habrá un duelo de fuerzas para ser protagonista del partido”, señaló, para sentenciar que contra el Rayo “respeto, todo; miedo, ninguno” y agradecer el apoyo que tendrá el líder en la grada, ya que se espera la presencia de unos 400 seguidores azulgranas.