La SD Huesca acarició la victoria, pero en un minuto todo se truncó. Rubi manifestaba, no obstante, que “no hay que alarmarse, pero el cansancio ha hecho mella”.
La primera parte del Huesca quedaba marcada por las varias ocasiones que tuvo para adelantarse en el marcador. Sin embargo, todo cambió en una segunda parte en la que el equipo no estuvo tan fino. El entrenador azulgrana se manifestaba decepcionado porque se había cometido algún error corregible, lo que ha propiciado que el rival lograse el empate.
El catalán aseguraba, además, que sus jugadores acusaron el cansancio de Almería y en el tramo final pagaron el esfuerzo, matizando que, con las rotaciones, “buscábamos ayudar al equipo porque a los que jugaron el anterior partido se les notaba cansados”.
En el segundo tiempo entraron Vadillo y Gallar para refrescar al Huesca, pero explicaba Rubi que el equipo se aceleró y el Reus se volcó arriba. “No era fácil tener la sangre fría como para jugar como en la primera parte porque no tenemos la excelencia”, afirmaba el míster.
Para el técnico, el partido se volvió loco a raíz de los errores propios, por no acabar jugadas y gracias también al ímpetu del rival. Rubi recordó que “lo primero es llegar a los 50 puntos y, si llegamos pronto, pensaremos en otras cosas”.
Los jugadores abandonaron el estadio con un mal sabor de boca generalizado. El preparador barcelonés comentaba al respecto que “se nos han escapado los puntos y la obligación es analizar el porqué, y el Reus no ha encajado más de un gol por partido. En fin, una pena”.