Tras escuchar sus palabras en rueda de prensa del pasado sábado, esta es la conclusión a la que hemos podido llegar, que quiere más. Rubi anda contento con lo que tiene, pero si puede venir algo que complete lo que hay, se cumpliría alguna de las exigencias que parece ser ha trasladado el técnico de Vilassar de Mar a la cúpula directiva.
Se presenta una última semana de mercado interesante -más de lo que parecía- donde estaremos pendientes de la más que probable salida de Alexander y la llegada de algún integrante que satisfaga las peticiones del técnico azulgrana.
Peticiones, por cierto, que es muy posible tengan que ver con la llegada de un ‘9’, ya que resulta raro ver que el ‘único’ punta nato en la plantilla -Rescaldani- apenas haya sido utilizado en ninguno de los dos encuentros. Eso sí, quedará por ver si tras las buenas sensaciones dejadas por ‘Cucho’ y ‘Chimy’ Ávila -ambos mediapuntas- le vale al técnico con lo que tiene o necesita algo más que se complemente con ambos. Pinta a lo segundo.
“El Alcoraz habló y lo hizo muy claro”
La otra incorporación tiene mucho que ver con la probable marcha de un Alexander que deja la sensación de que no hemos sabido sacarle todo el jugo que tenía. Es justo decir que el jugador tampoco ha contribuido mucho a ello. Sus cualidades están fuera de toda duda, pero las idas y venidas de la pasada temporada dejan la sensación de que tenía la mente en otras cosas antes que en la SD Huesca. Una pena y una oportunidad fallida de explotar a un futbolista y sacar un beneficio de su progresión. El club anda ahora buscando un jugador polivalente en la defensa. La salida del venezolano a buen seguro va a precipitar su llegada.
Y entre todo esto está el ‘caso Aguilera‘, que bien puede resumirse con nuestro refranero popular: “A buen entendedor, pocas palabras bastan”. El Alcoraz habló y lo hizo muy claro: no está por labor de jugar con la situación de un futbolista tan imprescindible en el terreno de juego como modélico fuera de él. Rubi, a buen seguro habrá tomado buena nota de lo que su parroquia siente y valora al futbolista madrileño. La competencia ha elevado la exigencia de los jugadores de la línea medular, y eso solo puede que beneficiar al colectivo. Aún así, el patrimonio del club debe cuidarse con mucho cariño. Si no, corres el riesgo de salir ‘escaldado’.