HUESCA | El Peñas acaba de certificar su salvación porque solo le valía la victoria. Hubo llamamiento a la afición y respondió como nunca. Seguro que la directiva se aferra a ello para armar el nuevo proyecto. Hubi ambiente en la grada como nunca, pasión como pocas veces y quizá, el juego daba igual. Esta tarde noche lo único que importaba era ganar. Como fuera. Porque un Peñas descendido era algo nefasto, inviable, incapaz… Lo que uno quiera escribir, pero ni pensar ni desear. Y por eso, pese a la urgencia, victorias así son para guardar en la retina, para abrigar la esperanza de que algún día el Peñas sea el que fue. Y como testigo de una tarde de magia, seda y oro y champagne, 4.000 aficionados.
Los vascos del Zornotza eran los invitados a la fiesta, bueno a lo que debía de ser la fiesta que fue. Sin jugarse nada en la tabla salieron como si se tratase de una final. Intensos atrás y con dos jugadores como Bracey y Madeira liderando las ofensivas. Solo Bastante a base de triples mantenían a los oscenses. Lobe igualaba la contienda tras un mate de Nogués (12-12). Los peñistas lograban asegurar el rebote y correr. El equipo se enganchaba al partido (21-22). El cuarto finalizó con una mínima desventaja de tres puntos (21-24). Bastante con 10 puntos sobresalía dentro del buen acierto general del equipo.
En el arranque del segundo cuarto se pudo ver a los peñistas llenos de determinación y desparpajo. Los oscenses comenzaban abrir brecha liderados por un Bastante descomunal y por Scariolo. Zornotza se atascaba en el ataque fruto de la encomiable defensa peñista. Rafa Sanz movía a la perfección sus piezas y el equipo no se daba el mínimo respiro. El entrenador visitante alternaba defensas zonales pero los triples del Peñas continuaban entrando. Lobe ensanchaba la brecha a los diez puntos (42-32). Los verdiblancos tenían el control de la situación, muy intensos en defensa, reboteando y anotando canastas fáciles. Con un público ya entregado se llegó al descanso (48-32). La dupla Bastante – Nogués llevaba ya 25 puntos (16+9)
Lobe comenzó errático el comienzo de segunda mitad. Al equipo le costaba anotar, alargando mucho los ataques y no encontrando tiros liberados. El escolta Bracey anotaba sin descanso poniendo el miedo en el cuerpo a los locales. Dos triples de Bastante y Stümer disiparon las dudas, y situaron a los de Sanz con 20 de ventaja (60-40). El público seguía entregado haciendo la ola en las gradas con insistencia. Los visitantes intensificaron su defensa presionando en toda la pista. Rubén de Celis conducía al equipo a la perfección finalizando varias acciones con sus ‘bombitas’ marca de la casa. Lobe finalizó el cuarto con una renta a favor de 18 puntos (74-52) a pesar de los esfuerzos de los vascos.
Los nervios y la presión jugaron una mala pasada a los dos equipos en el comienzo del definitivo cuarto. Ningún equipo veía aro y el juego se esperaba por momentos. Lobe jugaba con cabeza mirando el reloj. Tres acciones de Scariolo, echándose el equipo a las espaldas, saco de las incertidumbres al equipo. Los minutos pasaban y los vascos no reducían la diferencia. Peñas se gustaba e hizo vibrar a una grada entregada. La afición se mantuvo en sus asientos hasta conocer el resultado de equipos implicados en la pelea por evitar el descenso. Vencieron Algeciras y Ponferrada y cayeron Almansa y Alcalá. El equipo queda décimo a una victoria del ‘play-off’ por el ascenso.