ZARAGOZA | Samed Bazdar ha demostrado, a base de trabajo, detalles y calidad, que a veces menos es más. En ocasiones un delantero no necesita salir en todas las portadas para generar un gran impacto en su equipo. El pasado domingo, Bazdar fue el mejor ejemplo. El punta balcánico repartió, sin hacer demasiado ruido, dos asistencias que, convertidas por un increíble Iván Azón, dieron tres puntos al Real Zaragoza. Así, el ariete se coloca con 4 goles y 3 pases de gol en lo que va de Liga.
Quizá estos números no impresionen a primera vista, pero lo cierto es que Bazdar es mucho más. Con tan sólo 20 años, ‘Sami’ se ha convertido en un intocable para Víctor. Su fútbol ofrece una variable prometedora: la impresión de que tiene un mundo por delante, que su proyección no tiene techo. A sus 4 tantos y 3 asistencias, se suma un trabajo encomiable jugando de espaldas a portería y un gran criterio a la hora de mover la pelota. Tanto es así que, ante las bajas de Soberón y Aketxe, ha cumplido con creces en la mediapunta.
El desarrollo de su juego ha sido tal que en 11 partidos está a una asistencia de igualar el número que alcanzó en sus 74 encuentros con el Partizán. Ha anotado cuatro goles y todos han sido decisivos. Tardó en estrenarse, pero lo hizo por todo lo alto marcando el gol de la vitoria ente el Levante en La Romareda. Le siguió un doblete para completar la remontada ante el Tenerife y el gol que puso el 1 a 1 en el marcador ante el Eldense, en un partido que el Real Zaragoza se acabaría llevando por 2-3.
No obstante, Bazdar no sólo ataca. En defensa, el ariete suele ser el primero en presionar para dificultar la salida de balón del rival. Frente a los centros laterales, el bosnio aprovecha su altura para despejar balones a los que muchos otros no llegarían. También sabe sacar el balón jugado con criterio y el pase largo no le supone ningún problema.
Bazdar llega en un gran momento de forma al derbi aragonés. El sábado veremos si el atacante continúa realizando ese trabajo silencioso que necesita su equipo o decide ser protagonista como ya lo ha hecho en varias ocasiones. Samed Bazdar es un diamante en bruto que aun debe pulirse, pero que ya deja claro que su futuro será brillante.