A Cristian Álvarez siempre lo tildaron de “loco”. Le acompañaba una personalidad peculiar, “diferente”, como él mismo se considera. Pensándolo bien, que gran portero no se siente distinto a los demás. Desde que empieza ya está vistiendo de otra forma a sus compañeros, entrenando otros ejercicios e incluso con un entrenador particular para él y sus dos sustitutos en la portería. Y esa personalidad tan atípica en un futbolista ha provocado que Cristian nunca haya llegado a un contexto acorde con sus cualidades como portero.
Tras 5 temporadas en el Espanyol, Álvarez comenzó un proceso de vaivenes constante entre Sudamérica y España. Un año en San Lorenzo, otro en Vallecas (donde destacó más por su modo de vida bohemio que por sus paradas) y otro en Cerro Porteño. En su último año en Paraguay Cristian dijo “basta”. El fútbol le estaba haciendo daño hasta tal punto que tuvo que retirarse con solo 30 años. Un año sabático. De reflexión. Aislado en un pueblo de las montañas en el que su única preocupación era pasear entre la naturaleza.
El Real Zaragoza le devolvió la ilusión por jugar
La gente que le conoce siempre dice que habla de cualquier otro tema antes que de fútbol. Literatura, cine, música. La cultura invade su día y a día. Cristian Álvarez escapó de su deporte porque tenía la mente en otras cosas. Sin embargo, ese año le sirvió para volver a valorar lo que el fútbol le había dado, y volvió. Tras temporada y media como guardameta indiscutible del Real Zaragoza, Cristian está volviendo a disfrutar del fútbol. Y sobre todo lo disfrutan los que están a su alrededor.
Cristian Álvarez es seguramente el mejor portero de la Liga 123. Y antes de analizar sus virtudes técnicas hay que subrayar que su poderío mental es la más decisiva. Igual que le ha podido jugar una mala pasada en su carrera, la personalidad con la que se pone los guantes es su mejor arma. El argentino se cree capaz de cualquier cosa. Tiene ese punto de grandeza que le hace vestirse de santo muy habitualmente. Solo hay que ver su registro en los penaltis.
Cristian ha parado 4 de los 8 penaltis que le han lanzado con la camiseta blanquilla. Un arte en el que la fortaleza psicológica es esencial tanto en lanzador como en portero. Un duelo mental por ver quien vence los nervios y quien no. Sin embargo con eso solo no basta para ser tan decisivo. Sus reflejos, su elasticidad y su buena colocación del despeje le permiten enervar a los delanteros rivales
Un portero muy por encima de su defensa
A pesar de tener esta garantía en la portería el Real Zaragoza solo ha conseguido 4 porterías a cero esta temporada. Además ha recibido 32 goles. Si no contamos a los equipos en descenso, el equipo aragonés es el más goleado de la Liga 123 junto con el Rayo Majadahonda. Sin embargo en esa treintena de goles no se encuentran cantadas de Álvarez. Además de ser parador es regular y seguro. Y son innumerables los partidos en los que de no ser por él el Real Zaragoza habría conseguido un resultado mucho peor. Victor y sus jugadores deben reflexionar y corregir aspectos defensivos, porque Cristian no estará siempre a este nivel. Aunque mientras pueda, que se siga vistiendo cada tarde de héroe.