ZARAGOZA | El Real Zaragoza presentó junto a Idom la propuesta de La Nueva Romareda. Raúl Sanllehí fue el maestro de ceremonias en la sala de prensa, en un acto que sirvió como punto de partida del anteproyecto del nuevo estadio. Le acompañó el Director de Arquitectura Deportiva del Grupo Idom: César Azcárate. Las líneas del proyecto quedaron marcadas en una puesta de largo vistosa, llena de simbolismos y de imágenes. Sanllehí, cómodo ante los micrófonos y dueño de las primeras palabras, dominó la escena: “La Nueva Romareda será la casa del Zaragoza, el emblema de la ciudad y de todo Aragón. Tenemos claro que tiene que ser un estadio icónico, con una clara inspiración aragonesa. Queremos que sea un escenario único”.
La respuesta está en el viento
Tras las primeras intervenciones, se lanzó un vídeo en el que se plasmaron las imágenes de la idea de Idom. Un diseño moderno, con los colores del club y referencias al Cierzo y el Ebro como símbolos de la ciudad y del nuevo estadio. “La respuesta está en el viento”. Una frase de la célebre canción de Bob Dylan, Blowing in the wind, sirvió como inicio de la exposición. El diseño de la cubierta, con líneas cóncavas y convexas, se ajusta al viento, como una “fuerza que todo lo mueve”. Habrá también una terraza en los niveles superiores, que recorra los márgenes del estadio en 360º.
Se plantea un estadio con funcionalidad para los 365 días del año, con zonas habilitadas para el ocio y el comercio. La propuesta se basa en que la experiencia de los aficionados no se limite a los días de partido. Se plantea una ampliación del aforo hasta los 42.500 espectadores, con un coste de 140 millones de euros. El tiempo de la reforma se concluirá, según la estimación de Idom, en 2028.
Las mejores impresiones de los medios llegaron al ver las imágenes del interior del estadio. Con un aspecto propio de la Premier, las gradas y el césped estarán próximas, reduciendo la sensación de distancia, ampliando la cercanía con el público. El estadio, colorido y con espacios para el ocio, proporciona una sensación de actualidad. La superficie del césped estará por debajo de la calle y los primeros niveles del estadio estarán abiertos, para “facilitar la cercanía con el entorno de la ciudad”.
En las gradas preferenciales se habilitarán espacios Vips destinados a mejorar la experiencia de los espectadores. Azcárate repitió la palabra hospitality hasta la incomodidad, como si el castellano no proporcionara un término cercano a lo que él quería decir. Lo usó para hablar de las tribunas preferentes y de la comodidad de esos lugares privilegiados.
Al vídeo le siguió la intervención de Azcárate. El arquitecto resumió las claves del proyecto en su intervención final: “Será un estadio moderado por El Cierzo. Compacto, integrado en su entorno y flexible. Tendrá una moderna oferta de hospitality, habrá sinergias con el sector terciario y será un estadio tecnológico y sostenible”
Idom y una propuesta de este siglo
Idom se ha convertido un gigante del mundo de la ingeniería y la arquitectura en obras del sector industrial. En España, pocos ejemplos de su trabajo parecen tan reconocibles como el Nuevo San Mamés. También la reforma de La Cerámica del Villarreal responde al trabajo del grupo internacional, con nueva sede en Zaragoza desde 2018 y beneficios en la ciudad del Cierzo cercanos a los 10 millones de euros en 2022.
La propuesta, dirigida por Azcárate y apadrinada por Sanllehí, llega en la fecha límite que había impuesto la Federación Española para incluir a Zaragoza en la Candidatura del Mundial 2030. El director general del Real Zaragoza no teme que a la presentación le siga el rechazo de algunos grupos políticos o incluso la judicialización de su anteproyecto. Define al Zaragoza como un “club apolítico” y señala que no descartan buscar un patrocinador que complete el nombre de La Nueva Romareda.
Una fotografía llamó la atención de cualquiera. Las imágenes de la Nueva Romareda se sobreimpresionaron en una televisión que cuelga de unos cables mal puestos en el Viejo Municipal. La idea de futuro supera al pasado y se abre paso en un estadio de otro tiempo. La primera de las propuestas ya tiene nombre.