El director general, Raúl Sanllehí, y el director deportivo, Miguel Torrecilla, han salido esta mañana ante los medios de comunicación “con muchas ganas”, para analizar el mercado de fichajes de verano, así como la situación actual del club tras el comienzo de la liga. Sin límite de tiempo y preguntas, casi una hora y diez minutos han sido necesarios para aclarar prácticamente todos los temas que atañen al equipo y disipar dudas. Tras el despropósito sellado frente al Lugo, la institución sabía que habría muchas cosas que responder y que era una oportunidad para calmar los ánimos.
Con esa intención hablaba Sanllehí, que, sin ninguna autocrítica, ha expresado su total confianza en los dos pilares deportivos del primer equipo: “Mi grado de satisfacción y de confianza con Carcedo y Torrecilla es altísimo”, ratificaba el director general. Tanto es así que cuando le preguntan por el míster se pone serio y responde: “Cuestionar al entrenador tras cuatro partidos me parece fuera de lugar“.
Sanllehí se ha mostrado fiel a la gente que le rodea y también a sus ideas. “Aterrizamos en abril, lo que dio la oportunidad para no tomar las decisiones con urgencia”. Así pues, reconoce que han tenido tiempo y “todas las decisiones se han tomado desde el rigor y con la mejor de las intenciones”.
Sanllehí analiza el inicio liguero
Así pues, sabiendo que inicio de temporada no ha sido el esperado, Raúl Sanllehí ha querido repasar las 4 jornadas de liga, pidiendo tranquilidad y confianza, ya que todavía quedan 114 puntos en juego. En esta línea, pide “huir del resultadismo” y “mirar lo que hay dentro de cada partido”. El director catalán insiste en que en las primeras jornadas se dio una buena imagen y no quiere que se juzgue todo el trabajo por la mala segunda mitad del Lugo, que él mismo ha admitido, “nos decepcionó a todos”.
El mercado
Torrecilla ha utilizado su primera exposición de esta rueda de prensa para resumir lo que ha sido el mercado y justificar las operaciones realizadas. Esta ventana veraniega se ha cerrado con 23 operaciones: 11 salidas, 7 fichajes y 5 renovaciones, anunciando que próximamente habrá otras dos de las que están muy contentos. El director deportivo ha tratado de justificar las incorporaciones, influenciadas por las salidas. El objetivo era doblar posiciones y Torrecilla ha remarcado que eso lo han conseguido.
No obstante, es evidente que la mayoría de los jugadores titulares son los mismos que la temporada pasada, cuando no se cumplieron las metas marcadas. Una explicación que Torrecilla centraba en el bloque ofensivo. El pasado año lo más deficiente era el ataque, faltaba gol, pero el centro del campo y la defensa funcionaba bien, por eso la prioridad era incorporar jugadores en estas posiciones. Según el director deportivo, dichos refuerzos suponen la diferencia con respecto al año pasado.
En este sentido, no se entiende que se tardara tanto en fichar al 9: “La llegada de Gueye se produjo al final del verano, pero ha durado dos meses”, afirmaba Raúl Sanllehí. “Hemos acabado con una de nuestras mejores opciones”, concluía.
Nombres propios
Muchos han sido los nombres y apellidos que han aparecido en la extensa comparecencia. El primero, una reciente baja, Juanjo Narváez. Sanllehí ha aclarado que la operación “no fue a coste 0”. El colombiano, que no era “imprescindible” tenía ofertas, pero finalmente se fue a Valladolid por un motivo obvio: tener la oportunidad de jugar en Primera. Sin embargo, en el caso de Pep Chavarría fue diferente, el jugador insistía para irse. “Nosotros no teníamos la necesidad de vender y no tomamos la decisión de venta hasta tener el sustituto garantizado”. Sanllehí aclara que no era lo que querían, no fue “una motivación económica”, sino la “fuerte presión” por parte del lateral, lo que les obligó a aceptar.
También se ha preguntado por la situación de Carlos Vigaray. El lateral tiene el alta médica y está trabajando mucho para tener el “alta competitiva”, explicaba Torrecilla. Por otro lado, Dani Lasure tiene esas dos altas y este verano se ha estudiado su salida. Aún puede salir al extranjero, pero si no, tiene cabida en el equipo. Asimismo, se ha hablado de James Igbekembe, cedido hasta diciembre, y habrá que ver su rendimiento estos meses para tomar una decisión. En cuanto a renovaciones, la de Francés está cerca, y han anunciado que pronto habrá buenas noticias. Las de Jair y Cristian, que finalizan contrato próximamente, se plantearán en su momento.
En definitiva, Raúl Sanllehí y Miguel Torrecilla han dejado claro que están satisfechos con sus jugadores. Aun así, siguen atentos al mercado del paro porque “es su trabajo”, aunque dicen que no incorporarán a nadie si no mejora el nivel de la plantilla.
Objetivos reales
El día de hoy seguía muy marcado por la decepción del domingo. La preocupación entre los aficionados es máxima. El equipo actualmente está en puestos de descenso. Factor que hace plantearse cuáles son los verdaderos objetivos de este vestuario. El director general del Real Zaragoza no ha mencionado un ascenso en esta temporada, aun sabiendo que es la aspiración del club. Él habla de que este proyecto tiene que ser una evolución, no un salto. “Hay que tener paciencia”, dice, y se adueña de la filosofía “partido a partido”. “El objetivo es competir cada partido para poderlo ganar”, sentencia poniendo el horizonte en Ponferrada.
Lo cierto es que el estado de desilusión ha llegado muy rápido a Zaragoza, y el director deportivo lo sabe: “Me da miedo que se vaya esa ilusión”. Para él, es muy importante el apoyo de la afición, tenemos que ir “todos a una”. “La Romareda tiene que darnos medio ascenso”, defiende el catalán, agradecido de formar parte de este proyecto.
Cuartero
Por último, pero no menos importante, no podía pasar desapercibida otra de las cuestiones más candentes entre el zaragocismo: la situación de Cuartero. Meses con la incógnita de por qué sigue en el club y cuál es su función. Hoy, Raúl Sanllehí se ha deshecho en elogios hacia él: “Pocas personas he visto tan implicadas en el club en el que trabajan como él”. Y otro más: “Gracias a él el club sigue donde está ahora”. Sanllehí confiesa que le pidió quedarse para que le ayudara, y sin un cargo como tal, fuera su asesor en la transición. Ese “período de gracia” finaliza en septiembre. “Ahora tenemos que volver a hablar”.