ZARAGOZA | Tras una temporada de relativos altibajos, Santi Yusta, alero y capitán del Casademont, ha logrado no solamente estabilizarse, sino firmar unos guarismos dignos de mención en las últimas fechas. Tras un inicio para el madrileño que no fue el soñado, en los últimos tiempos, Yusta ha alcanzado su mejor versión, firmando 16,3 puntos de media en los tres últimos duelos ligueros (20 ante Lleida, 16 ante Unicaja y 13 frente al Barça) y hasta un promedio de 20,6 créditos de valoración (23, 25 y 14).
Más allá del factor anotador, la temporada de Yusta ha ido totalmente in crescendo en muchos sentidos. Unida a su más que contrastada muñeca, el alero ha adquirido más bases en su décima temporada en la élite del baloncesto (la cuarta en el Casademont), siendo un efectivo más completo también en defensa y a la hora de armar jugadas. “Intento ayudar en otras facetas. Este curso tengo más rebotes, más asistencias. No todo es intentar anotar. Este año somos muchos jugadores con muchos puntos y hay que saber diferenciar y dividir las tareas”, explicó en una entrevista con este medio a finales de febrero.
De hecho, no en vano, el capitán es el jugador con más recuperaciones de la ACB junto a Trent Forrest del Baskonia con 1,8 por partido (43 en toda la temporada), y actualmente es, de media, y sin contar a Bango, el tercer máximo reboteador de la plantilla, solamente superado por Emir Sulejmanovic (6,6) y Bojan Dubljevic (4,6). Asimismo, es el jugador del equipo que más minutos juega en promedio en ACB, con 24:37 sobre el parqué, y en total con 591 minutos. Esto no hace sino dar valor al papel de un Yusta, que, sin ser pívot (por ejemplo ‘Suli’ tampoco lo es pero ha jugado mucho en el ‘5’ durante la lesión de ‘Dubi’) ha logrado erigirse como un defensor seguro, también en pugnas aéreas.

El curso de Yusta en ACB hasta ahora
Tras 24 jornadas en ACB, Santi Yusta ha alternado buenas actuaciones con otras más discretas. Comenzó la temporada con 12 puntos ante Lleida, pero encadenó tres jornadas sin superar los 7. Ante Coruña, pese a la derrota, firmó un partido esperanzador (16 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 3 recuperaciones). Confirmó su buen momento frente a Río Breogán, donde brilló con 15 puntos, 5 asistencias y 25 créditos de valoración, y continuó sumando en triunfos ante Baskonia (13 puntos) y Bilbao (12), aunque luego vivió un pequeño bache en duelos ante Andorra, Barça y Gran Canaria. Tuvo un papel protagonista en la victoria contra Girona, donde su presencia en pista se notó más allá de sus 11 puntos, siendo, por detrás de Bango, el segundo jugador con el que más sumó el equipo mientras se encontraba en pista (+25).
El arranque de 2025 no fue fácil para Yusta ni para el equipo, con cuatro derrotas consecutivas. Sin embargo, la película cambió ante Andorra, donde volvió su mejor versión: 18 puntos, 5 rebotes y 19 créditos. Aunque no brilló frente a Murcia, volvió a destacar ante Girona (16 puntos) y empezó a dejar ver el nivel que es capaz de alcanzar. De hecho, la paliza sufrida contra Valencia (71-115) fue un punto de inflexión que parece haber despertado definitivamente a la bestia.
Desde entonces, el alero dijo hasta aquí y se autoaplicó la ya clásica cita napoleónica: ‘Si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo’. Y dicho y hecho, porque el capitán lo llevó al extremo, mostrando todo lo aprendido en las últimas tres jornadas con madurez, liderazgo y un nivel sobresaliente, digno de los mejores de la ACB. Sus últimas actuaciones, ya mencionadas, lo demuestran: 20 puntos frente a Lleida, 16 ante Unicaja y 13 frente al Barça, en un partido casi perfecto en el tiro (solamente falló uno de dos y un triple).

Papel protagonista también en Europa
En terreno europeo, en la FIBA Europe Cup, Yusta también tuvo un papel protagonista, siendo el segundo jugador que más minutos pasó en pista -solamente por detrás de Bell-Haynes-, dejando más que clara la confianza que tiene Fisac en el capitán, y siendo el segundo máximo anotador del equipo (sin contar a Bango, sino sería el tercero), de nuevo solamente por detrás del base canadiense, con los hasta 12 puntos de media que facturó el madrileño por encuentro.
Con todo ello, queda más que patente que el madrileño ha asumido galones y se ha convertido en un pilar fundamental para el Casademont Zaragoza en este tramo decisivo de la temporada. Así, un efectivo que en temporadas pasadas parecía solamente dedicado cuerpo y alma a la producción ofensiva, ahora se ha hecho a sí mismo un jugador más completo, más multitasking, con más presencia y todavía si cabe, más líder. Su papel será vital en este tramo medio-final del curso, en el que el equipo centra todas sus aspiraciones en la ACB y en lograr el mejor puesto posible, tanto a la hora de mirar de refilón las próximas competiciones europeas, como de asomar la cabeza para meterse en los ocho primeros que den acceso a los rojillos al ‘playoffs’ por el título.