Las 22.00 del viernes 13 de agosto está más cerca de lo que parece. El Huesca arranca la Segunda ante el más firme candidato al ascenso: el Éibar. Vascos y aragoneses discurren por una pretemporada distinta. Los armeros han salido al mercado cargados de euros y con el objetivo de regresar mucho antes del último partido de la competición. Han formado un conjunto de nombres cinco estrellas y con ellos quiere hacer equipo.
El Huesca regresó al trabajo tras el descenso con las declaraciones de que había caja para mantener en Segunda los mimbres de Primera y ya se fue Galán, está claro que Mir no lucirá galones en Segunda, Sandro ha renovado pero jugará en el Getafe, Álvaro quiere seguir en Primera, Gastón Silva parece que no continuará y Pulido es el Expediente X de la temporada junto a su compañero en el centro de la zaga, Siovas.
Los primeros partidos de pretemporada, esos que sirven para la ilusión y el pegamento, han demostrado que el Huesca de diciembre será distinto al de agosto. Y en una pretemporada atípica, si quiera con filtraciones interesadas más allá de las justas, hasta casi se agradece la aparición de algún nombre propio. Ahora salta a la palestra el delantero serbio Ivan Saponjic, por el que el Zaragoza ya mostró interés a principios de este año.
Sin sitio en el Atlético de Madrid
Se trata de un jugador propiedad del Atlético de Madrid que la pasada campaña jugó cedido en el Cádiz CF. Parece que a Simeone sigue sin encontrarle hueco en una delantera donde luce con nombre propio Luis Suárez y Ángel Correa -también suena Mir- con lo que el serbio tendría que buscar otro prado en el que meter goles.
Al supuesto interés del Huesca parece que el Fuenlabrada y el Málaga también estarían dispuestos a hacerse con los servicios de un delantero de 190 centímetros que, según el portal especializado Transfermarkt, está valorado en 1,20 millones de euros y en 2019, dos meses después de su fichaje por el Atlético de Madrid, llegó a su tope con 3 millones.