El Huesca ha tirado la primera parte contra el Alcorcón influido, quizá, por los nervios adquiridos tras la derrota, el sábado, del Sporting ante el Barça B. Se notó tan cerca el ascenso que bloqueó el juego de los de Rubi. El desaguisado se arregló en el segundo acto. El empate abre más hueco con los asturianos. || FOTOS DEL PARTIDO.
El Huesca acaba de perder una ocasión de oro para dejar (casi) sentenciado a un Sporting que el sábado perdió en su campo contra el filial del Barça. No obstante, la diferencia se abre a cuatro puntos con el equipo asturiano y quedan tres partidos para acabar la liga. Tres jornadas para cerrar la Segunda División y a las puertas de todo un mundo por descubrir. Siempre hay un debate abierto en canal sobre si es bueno o no jugar antes que tu rival más directo en liza por un objetivo inmenso. Y seguirá así para llenar horas de tertulia. La realidad es la que es. Si tienes la oportunidad de depender de ti mismo, olvídate de los demás. Haz tu trabajo, gana lo tuyo y el resto que cabalgue.
Pero el fútbol es tan alambicado, tan complicado, que todo influye. El Huesca ha saltado al campo consciente de que la derrota el día anterior del Sporting le ponía en franca ventaja cuando queda tan poco. El equipo de Rubi ha entrado en ese terreno donde la fortaleza mental debe superar al cansancio y a la responsabilidad del premio por el trabajo de toda una temporada. Se agota el calendario, el objetivo del ascenso es cada vez más fuerte y la presión, el miedo a ganar, es lo que hay que sujetar.
El Huesca empezó a naufragar contra el Alcorcón al desaparecer quienes conforman la sala de máquinas. Con Aguilera y Melero sin substancia durante muchos minutos, el Alcorcón estuvo feliz. El equipo madrileño llegó a Huesca sintiendo el acoso de quienes cierran la tabla por lo que necesitaba alimentar su cesta con algún punto. Rubi propuso con su once de gala un fútbol con el objetivo de ir a por el rival desde el minuto uno y con ansia de ponerse en un partido por delante, algo que desconocía desde el encuentro contra la Cultural… y que sigue sin saber qué se siente arrancar ganando desde entonces.
Los madrileños encontraron un agujero por la banda de Brezancic en los primeros minutos. Se tiró hacia adelante ante un Huesca obligado a templar el ímpetu del rival con tres córner sin gastar los 15 primeros minutos del partido. Bruno encontró por allí una autopista para ir a por Remiro. Tocó meter argamasa para cerrar el hueco o, al menos, para rastrillar el prado desde el norte al sur de esa banda. Y el gol de los madrileños llegó por la otra. Como si hubieran amagado por una banda para meter el golpe letal por la otra.
El bagaje en ataque del Huesca era muy limitado en los primeros 30 minutos del partido. Un zurdazo de Ferreiro y un córner que propició una contra del Alcorcón que metió miedo fue lo único goloso de un Huesca necesitado de la muleta de su centro del campo. El Alcorcón se adelantó en un despiste defensivo por la banda de Alexander. Bellvis filtró un balón de oro para que Nono la pusiera en la escuadra derecha de Remiro.
Acostumbrado a reactivarse con el marcador en contra, el Huesca estuvo plano, sin sangre. El equipo madrileño ha estado con más cuajó en un primer acto donde ha sido más equipo que el de Rubi, extremadamente alargado y sin aguja e hilo para vestir su juego. El Huesca ha sido un flan por las bandas ante un rival con las cosas claras para buscarle por allí ante un Huesca con absoluta falta de fluidez.
Con los minutos cayendo como una losa para el Huesca, el segundo acto ha necesitado de agitación para dar la vuelta al marcador. El Alcorcón ha buscado hacer un partido feo con el botín de los tres puntos en juego en su casillero y en una jugada sin peligro ha llegado el empate firmado por Melero, quizá, en fuera de juego cuando el ‘Cucho’ le ha dado un pase peleado por Pulido. Un tanto para sacudirse la presión, abrir un partido nuevo y que parte de la afición fuera dúctil con el equipo. Y es que hasta ese gol se ha escuchado más de una reprobación.
Ha sido bueno para el Huesca que el Alcorcón decidiera resguardecer el resultado, cuando lo tuvo a favor y con el empate. Ya no gobernó la pelota y cuando el Huesca la tiene es mucho más feliz. El equipo de Rubi olió sangre y se fue a por el partido. Jair tuvo dos ocasiones y ‘Chimy’ la mandó al palo. Con el rival tocado era necesario meter la puntilla con todo un mundo por jugar. Rubi puso sobre el prado a Gallar por ‘Chimy’ para agitar su fútbol y a falta de 12 minutos para el final quitó a Ferreiro –otro partidazo del gallego- por Vadillo.
Con el fútbol arrinconado, el partido ha entrado en el terreno del querer ganar como fuera. Los madrileños decidieron seguir atrincherados y trabar cualquier jugada con síntomas de encadenar un par de pases del rival con cierta lógica. La tropa de Rubi ha seguido al acecho, pero ya nada se ha movido pese a que la última oportunidad ha sido del Alcorcón con una falta que ha encogido el corazón de la parroquia local.
Ficha Técnica
SD Huesca: Remiro; Brezancic, Jair, Pulido, Alexander; Aguilera, Melero (Camacho 90’); Ferreiro (Vadillo 78’), Moi, ‘Chimy’ (Gallar 68’) y Cucho.
Alcorcón: Castro, Laure, David Fernández, Burgo, Bellvís; Dorca, Toribio; Nono (Mateo 62’), Álvaro Peña, Bruno Gama (Sangalli 93’) y Álvaro (Pereira 89’).
Árbitro: Eiriz Mata. Amarillas a Toribio 33’, Álvaro 36’, Pulido 39’ y Peña 82’.
Goles: 0-1 Nono min. 28. 1-1 Melero min 58.
Incidencias: partido disputado en El Alcoraz con la presencia de 5.029 aficionados en las gradas. Se guardó un minuto de silencio del extrabajador de la SD Huesca Jesús Alarcón.