La SD Huesca cerró el sábado en Getafe la mejor temporada de su historia.
Disputar y pelear unos ‘playoff’ de ascenso a Primera División ha sido la guinda que ha puesto el equipo de Anquela a una temporada difícilmente inolvidable para los aficionados azulgranas. El sábado, la SD Huesca puso punto y final a un año histórico, ilusionante y cargado de hitos protagonizados por un grupo de futbolistas que no han reblado ni un momento en toda la campaña.
Además del ‘playoff’ de ascenso contra el Getafe, el primero en la historia azulgrana, el Huesca ha logrado el récord de puntos en una temporada en Segunda División con 63 repartidos en 16 victorias, 15 empates y tan solo 11 derrotas, estableciendo el récord de partidos sin perder (12) en la temporada 2016-17 por cualquier equipo de la categoría.
El equipo de Anquela también ha logrado dejar la portería a cero en 15 ocasiones, otra marca a la que nunca antes se había llegado. Sergio Herrera, uno de los descubrimientos de esta temporada, junto a la defensa, el mediocentro y el trabajo coral de todo el equipo han hecho que derrotar al Huesca fuese una tarea altamente complicada, tanto de local como de visitante.
Además, el club oscense ha demostrado una entereza y una maduración constante, algo que con cada partido que pasaba iba en aumento. Por cada golpe recibido que parecía podía dejar a los de Anquela en la lona, estos reaccionaban y lo devolvían con el doble de fuerza. Tras caer 0-3 contra el Elche en la jornada 6 y acumular solo una victoria dejando a Anquela en la cuerda floja, el Huesca se levantó y sumó 14 de los siguientes 18 puntos para dar el primer golpe sobre la mesa. Sin embargo, fue tras el varapalo del derbi en El Alcoraz cuando el Huesca se hizo mayor. Los zaragozanos vencieron en suelo oscense, pero enrabietaron al cuadro azulgrana, que no volvió a conocer la derrota hasta 12 jornadas después.
Así, el Huesca termina un año histórico, con un balance muy positivo que solo ha hecho más que reforzar el crecimiento permanente en el que el club se encuentra inmerso en la última década, asentándose en la categoría de plata y siendo un lugar propicio para la explosión de jugadores.