Huesca y Almería empatan en El Alcoraz en un partido con cierto aire surrealista y que pasa factura a los de Rubi, que empezaron perdiendo, dieron la vuelta al marcador y, cuando mejor estaban, vieron cómo Pulido salía del campo con una roja directa. Con 9 –Melero también fue expulsado-, el Huesca terminó en el área del equipo andaluz.
Igual hay que pensar que el vértigo de alfombrar el camino al cielo empieza a flotar en la SD Huesca. Hay síntomas de cierto nerviosismo. Y esto puede ser más peligroso conforme avance la competición y se resten hojas al calendario. El equipo de Rubi debe dejarse de intangibles y quedarse con el hoy, con los 90 minutos de cada partido. Llegó a El Alcoraz para resarcirse de las derrotas contra Valladolid y Rayo y a los cinco minutos ya perdía. Desconectado y lejos de ser un equipo coral, el Almería probó en una contra a Remiro que salvó los muebles de forma milagrosa.
En la segunda que tuvieron los andaluces no perdonaron. Remiro bastante hizo con despejar la bola y Soleri remató de cabeza al fondo de la red. El líder se empequeñeció. El cuadro andaluz planteó un 4-4-2 con los dos de arriba cosiéndose al centro del campo para presionar y mucho. Lo mejor es que había mucho tiempo para rearmarse. Paréntesis. ‘Chimy’ tiene que saber que le van a buscar y, por lo tanto, debe templar nervios, porque de lo contrario le va a penar y por derivada el equipo. Pudo haber lío con Estupiñán que quedó en nada.
Rubi desplegó sobre el prado de El Alcoraz cierta normalidad teniendo en cuenta que le siguen faltando tres jugadores clave como son ‘Cucho’, Akapo y Brezancic. Así las cosas, Rulo al costado izquierdo de la defensa, el tradicional centro de mando con Aguilera, Sastre y Melero, y ‘Chimy’ en punta. Además, dinamita en el banquillo por si fuera necesario. El Huesca cogió la iniciativa tras el gol y tocó mucha brega después de que sonara el despertador con el gol de Soleri. Los oscenses tuvieron que armarse de paciencia ante un Almería que sabía cerrarse, por lo que dio movilidad a las bandas, con intercambios entre Gallar -vaya partidazo- y Ferreiro.
El conjunto andaluz vivía feliz, con el gol a favor y atrincherado, listo para dar algún zarpazo y trastabillar a la mínima posible el juego del Huesca para hacer un partido feo. El empate llegó con un tanto en propia puerta de Morcillo en un saque de esquina tras peinarla ‘Chimy’ Ávila y hacía justicia a tanta posesión, no por oportunidades producidas. El empate redujo el partido de 90 a 45 minutos. Y es que el cuadro andaluz tenía claro desde antes del pitido inicial que un puntito le sabía a gloria y que encastillado es difícil de doblegar.
Rubi recompuso el equipo debido a la baja forzada de Rulo que se lesionó en un tobillo. Metió a Moi y bajó a Sastre al lateral derecho. El Almería se quitó los complejos y en los primeros minutos tiró hacia arriba. El partido se avivó bastante y ‘Chimy’ Ávila evitó el 1-2 bajo palos. Más oportuno imposible. Y de lo que pudo ser, a lo que fue. Jugadón de Gallar que se fue de todo el que le salió al paso y ‘Chimy’ Ávila clavó el 2-1.
La entrada de Moi dio otro aire a la sala de mandos del Huesca ante un Almería que vio cómo su castillo se iba abajo. Con el mando en el juego y en el marcador, se instaló la realidad que el Huesca es el líder por algo y mandó un aviso a quienes les siguen y que no es otro que el de que está muy cómodo viendo al resto de equipos por el retrovisor. El 3-1 pudo llegar con una falta lejana que lanzó Gallar para dar otra pincelada de que tiene un guante en la bota. René se lució. Cuando mejor estaba el Huesca, cuando se mascaba la tranquilidad, todo cambió. Llegó la roja a Pulido. Ni la protestó. El problema era quedarse con uno menos y, además, sin el gran central ni ‘Chimy’ Ávila contra el Reus.
Y entonces Rubi tuvo que recomponer la alineación. Sacó a Gallar y metió a Iñigo López. Tocaba defender. Y en esta línea quitó a ‘Chimy’ Ávila para meter músculo en el centro del campo con Luso. En punta, Melero. Quizá se echó demasiado atrás y una indecisión volvió a castigar a un Huesca que se encastilló, pero no pudo sujetar el marcador. Y si malo era el empate aún llegaron peores noticias con la expulsión de Melero en el minuto 86 por, tal y como reza el acta arbitral, “dar un codazo en el estómago a un adversario, empleando fuerza excesiva y sin estar el balón a distancia de ser jugado por ambos“. Aún así, el Huesca buscó la victoria y acabó en el área andaluza, pero era un imposible.
FICHA TÉCNICA
SD Huesca: Remiro; Rulo (Moi Gómez, 45’), Jair, Pulido, Alexander; Aguilera, Sastre; Gallar (Iñigo López, 72’), Melero, Ferreiro, ‘Chimy’ Ávila (Luso, 80’).
UD Almería: René; Motta, Joaquín, Morcillo, Estupiñán; Fran (Lass, 68’), Sulayman (Fidel, 76’), Rubén Alcaraz, Nano (Pablo Caballero, 73’); Pozo y Soleri.
Goles: 0-1, Soleri, 4′ | 1-1, Morcillo (pp), 34′ | 2-1, ‘Chimy’ Ávila, 56′ | 2-2, Soleri, 84’.
Árbitro: Gorostegui Fernández-Ortega. Amarillas a Fran Rodríguez (15’), Sulayman (29’), Soleri (32’), Chimy’ Ávila (60’), Iñigo López (79’), Fidel (82’), y Luso (89’). Expulsó con roja directa a Pulido (80′) y Melero (86′).
Incidencias: Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Quini. 4.572 aficionados en las gradas.