Acostumbrados durante seis derbis a la estancia en el limbo llegó, por fin, la victoria. Según la numerología, el siete es el signo del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia y la sabiduría. Con menos poesía hubo que esperar al séptimo derbi para doblegar al rival más deseado, para salir del limbo, para quedarse en el cielo. El Alcoraz se vistió de gala. Se soportó el frío, el lunes mutó en tarde de domingo. La afición se ajustó para vivir un derbi nuevo, porque ninguno es como el anterior. Y se ganó. Y eso es lo que importa. Ni la historia, ni los trofeos, ni el tamaño de las poblaciones. La historia está para recordar, pero el fútbol es el hoy. Y el hoy es el del Huesca. El hoy es el marcador cuando el árbitro dice que la fiesta sobre el césped ha acabado y que toca llorar de alegría mientras el rival lo hace de pena. Eso sí, de forma sana, tal como dicta lo políticamente correcto. || FOTOS DEL PARTIDO.
Rubi puso de inicio a ‘Chimy’ Ávila acostado a la banda izquierda y volvió Aguilera para firmar un partido imperial en el que ‘Cucho’ Hernández se doctoró. Dos golazos. Natxo González buscó músculo con Ros en el centro del campo. El problema para el Huesca llegó pronto. Vadillo tuvo que dejar su sitio a un genial Ferreiro por lesión en el minuto 7. Pudo ser un contratiempo para los azulgranas.
El partido arrancó con absoluto respeto entre ambos equipos. Mucho fútbol control. Nada de riesgo. Al toque seguro y sin nada de magia. El primer susto llevó la firma de Toquero que puso un balón de oro a Borja que falló con absoluta ventaja para un delantero que no puede dejarla viva allí.
La réplica llegó de forma salvaje dos jugadas después. Una falta lateral de Benito sobre Ávila sirvió para que Ferreiro pusiera la bola en la cabeza de Melero un segundo antes de que llegaran los puños de Cristian. Séptimo gol de Melero. Tremendo el capitán, con gol y con juego. Puro caviar en un Huesca que cuatro minutos después y también desde la banda izquierda con Ferreiro puso un balón que primero ‘Cucho’ y después ‘Chimy’ tuvieron en sus botas meter el segundo en una jugada donde el argentino Cristian se hizo mucho daño en su costado izquierdo .
La banda izquierda del Zaragoza empezó a ser una mina para el Huesca que con muy poco encontró petróleo. Ros se fue a ella para cerrar la vía de agua. Dio igual. El partido se animó. El Huesca puso el ‘rock and roll’ y el Zaragoza bastante hizo con aguantar el chaparrón que se le venía encima entre gritos de olé de la parroquia local. Pura delicia; cosiendo el juego arriba con garra para recuperarlo atrás. Fútbol para desactivar al Real Zaragoza.
El Huesca pausó un tanto el partido. Mantener ese ritmo era un desgaste brutal. El Zaragoza aprovechó para irse arriba, aunque sin enlazar jugadas. Mando balones al área y Toquero era quien más criterio y peligro puso desde sus botas, pero sin dejar peligro en la meta de un Remiro siempre seguro y bien protegido.
El segundo acto fue distinto. Se abrió con un Zaragoza más atrevido, más aguerrido ante un Huesca que cedió campo y empuje. Aún así, ‘Cucho’ la tuvo pronto, pero se resbaló cuando menos falta lo hacía. El partido estaba ya, quizá, más en los banquillos. En la búsqueda de introducir jugadores que cambiasen el rumbo del partido y, por tanto, el marcador. El exHuesca Vinícius saltó al campo por Buff para conectar mejor con Borja y Toquero. El cambio llegó tras la amarilla de Zapater y un zapatazo de ‘Cucho’ que exigió a Cristian que después también evitó el 2-0 en una falta lanzada por Brezancic. El Huesca empezó a sacudirse el dominio maño con verticalidad. Y otra vez con Ferreiro metiendo el susto en la zaga del Zaragoza. El segundo surgió desde allí. Un balón que sale a ninguna parte, la defensa de Natxo de campo y playa, la bola aterriza en la bota de Akapo que en un centro-chut la pilla ‘Cucho’ para clavar el balón en la red.
Natxo González volvió a mover el banquillo. Puso a Febas –un jugadorazo- por Ros. Pero casi dio igual. Sin casi. El Zaragoza –nadie diría que llevaba siete partidos sin perder- volvía a perderse ante un Huesca con mucho oficio. El Zaragoza metió los nervios de la única forma que era posible. Con un gol de falta que metió Zapater en el 84′. Bellísimo. Por la escuadra derecha de Remiro que nada pudo hacer. Duró poco. Un minuto después para despejar dudas, ‘Cucho’ Hernández, en carrera, desde fuera del área la clavó en la red. Imperial. El Huesca se quedaba con los tres puntos, con el derbi, da un paso para apuntalar el sueño en la zona del tejado de la Liga 1|2|3.
FICHA TÉCNICA
SD Huesca: Remiro; Akapo, Pulido, Jair, Brezancic; Lluís Sastre, Aguilera, Melero; Vadillo (Ferreiro, 7’), ‘Chimy’ Ávila (Gallar, 81′) y ‘Cucho’ (Camacho, 88′).
Real Zaragoza: Cristian; Benito, Verdasca, Mikel, Oyarzun; Zapater, Ros (Febas, 66′), Guti, Buff (Vinícius, 54′), Toquero y Borja (Pombo, 80′).
Goles: 1-0, Melero, 16′ | 2-0, ‘Cucho’, 62′ | 2-1, Zapater, 84′ | 3-1, ‘Cucho’, 85′.
Árbitro: De la Fuente Ramos. Amarillas a Aguilera (42′), Borja Iglesias (46′), Zapater (54′), Lluís Sastre (76′) y Verdasca (89′).
Incidencias: Lleno en las gradas. Los jugadores del Huesca saltaron al campo con una camiseta de ánimo al lesionado Bardají.