Continúan acumulándose los problemas para Nacho Ambriz que, según ha asegurado, podría perder a dos de sus mejores jugadores de cara al partido Girona – SD Huesca. Unas “pequeñas molestias” que sufren tanto Pulido como Seoane y que forzarán a sacar un “Plan B” que se haya “trabajado durante esta semana”.
Pese a los pobres resultados del equipo y las lesiones que han afectado al equipo, el ambiente sigue siendo bueno: “Ganar los tres puntos está claro que nos hubiera dado una mayor confianza para afrontar esta semana e ir a Girona convencidos de poder ganar. Aun así, veo a los jugadores muy motivados. El equipo vuelve a tener vida, a estar confiado y cada jugador está preparado para salir de titular. Una vez logrado esto, es el turno de volver a recuperar el buen fútbol que practicábamos el inicio de la competición”.
Parte de esa recuperación pasa por mejorar el juego en el centro del campo. “No hemos encontrado las piezas idóneas en el centro del campo. Esta línea fue la primera que me preocupó cuando el equipo empezó a ir mal y hablé con ellos para ver qué era lo que impedía que hubiera una mayor fluidez. Voy conociendo las parejas y aquellas que se saben asociar de mejor manera”, reconocía.
Llega el duelo Míchel – Nacho Ambriz en el peor momento para ambos. El Girona está en descenso pero el técnico mexicano no se fía de un equipo “con mucho potencial y gran peligro en el ataque”. “A Míchel le gusta mucho el trato del balón y estoy intentando meterme en su cabeza para saber contrarrestarlo”, añadía.
Por último, Ambriz ha querido defender a los delanteros de la SD Huesca: “Están en un proceso de adaptación y es algo natural. Cambian a una liga con muy pocos espacios, de gran intensidad y donde la defensa lucha cada duelo. Están trabajando a un gran nivel y espero que eso se vea reflejado sobre el campo muy pronto”.