El portero es, seguramente, la posición más complicada que hay en el fútbol. Fácilmente olvidado en las victoria y señalado en las derrotas. Un error de un futbolista de campo puede acabar en susto pero un error en un guardameta puede ser letal, y si no que se lo digan a Andrés Fernández y a su SD Huesca en Lugo. Afortunadamente, el fútbol también brinda segundas oportunidades que, bien aprovechadas, pueden emendar fallos pasados. Y el murciano lo hizo.
Muchos pedían la titularidad de San Román para el partido contra el Fuenlabrada pero Ambriz volvió a apostar por Andrés. Y menos mal que lo hizo, su ausencia podría haber significado la cuarta derrota consecutiva. Hasta en seis ocasiones tuvo que aparecer para evitar el gol del rival. Entre sus intervenciones, una gran estirada para evitar la falta directa de Pedro León y una espectacular parada a mano cambiada para evitar un golazo de Konaté tras un regalo de Seoane.
Donde los compañeros fallaron, Andrés Fernández apareció para salvar los muebles y entregar a la SD Huesca un punto. Después de la cita en Lugo, el guardameta azulgrana consiguió resarcirse y por ello, los lectores de SPORTARAGON lo eligieron como el MVP del partido con un contundente 77% de los votos.
Evitar malos rollos
En el post partido, reconoció que tenía ganas de resarcirse tras lo ocurrido el pasado lunes. Además, quiso marcar un discurso de compromiso y empatía con el resto del equipo. Son tiempos turbulentos en la plantilla altoaragonesa y sus palabras se basaron en “forjar una familia”.
“No ha sido un partido bueno y hemos concedido demasiado, pero hay que hacer una lectura positiva ya que veníamos de una mala dinámica con tres derrotas consecutivas. Debe ser un punto de inflexión, debemos arrimar el hombro y forjar una familia. Tenemos que corregir errores y apoyar a aquellos compañeros que los cometen“, explicaba el murciano, el cual está convencido de que “este equipo puede dar mucho más”.