Visitar el campo del segundo clasificado, que solamente había cedido tres puntos en todo el curso parecía sinónimo de un encuentro sufrido, y así fue. Pero la SD Huesca Femenino supo sufrir frente al Sant Gabriel para sumar un empate muy valioso en sus aspiraciones de asomarse a la zona alta de la clasificación. Un partido donde también se afianzó la confianza de las jugadoras, mejorando aspectos que las habían condenado en la jornada anterior.
Porque ya avisaba Verónica Rodríguez en la previa que la concentración y los pequeños detalles eran claves en encuentros ante rivales con el potencial como el que tenían delante este sábado. Y sus jugadoras hicieron toda una demostración de seriedad defensiva, en un partido que se presentó rocoso y en el que el trabajo ofensivo se disolvió ante el orden de ambos equipos, especialmente en sus últimas líneas.
Apenas hubo ocasiones de claro peligro en ambas áreas en la primera parte, y no fue casi hasta el desenlace, tras mover los banquillos, cuando se logró inquietar a las porteras. Sumando una clara por parte de cada equipo, pero sin acierto. Primero fueron las azulgranas -vestidas de turquesa en esta ocasión-, las que trenzaron una buena acción a través de un centro lateral de Sara González al que Sara Sanaú no llegó por poco. Y casi en el desenlace, el palo repelió una falta lateral que puso el Sant Gabriel y que se paseó por el área de Nuria Rodríguez antes de encontrarse con la madera.
No hubo tiempo para más, y el reparto de puntos cerró un partido de mucha intensidad, que dejó buen sabor en la escuadra altoaragonesa. El empate de la SD Huesca Femenino en Sant Gabriel invita al optimismo.